El 'tigre' de Carabanchel
Midiendo 1,85 metros y tras una estancia en Estados Unidos no es de extrañar que llevara siempre un balón de baloncesto en el coche, sobre todo si se tiene un amigo agente de jugadores profesionales. Pero su carrera se truncó muy pronto y se quedó muy lejos de la NBA, aunque su futuro sí iba a estar relacionado con las alturas.
Salió de su Carabanchel natal a los 24 años al terminar los estudios de Ingeniería, a los que seguirían los de Económicas y "de todo un poco" ya en tierras americanas. Un "chaval de barrio" que no ha dejado de dar tumbos por el mundo y que acaba de recalar en Albacete. Allí está la fábrica de Eurocopter en España y allí se están trasladando el resto de las actividades de esta filial de EADS. "Un lugar muy agradable para vivir y al que se echa de menos desde los atascos de la M-40".
Las instalaciones de Eurocopter en Albacete son un claro ejemplo de la globalización y del avance tecnológico en Europa difícil de entender, según Juan Carlos Martínez, sin algunos programas como el Eurofigther o en menor medida el Tigre, un helicóptero que se fabricará bajo su supervisión y que refleja la enésima batalla entre Boeing y EADS.
Juan Carlos Martínez es el primer español que dirige Eurocopter desde su creación en el año 2000, y llega desde la vicepresidencia del área de programas militares de Airbus y, más recientemente, desde la responsabilidad del programa A-400M, el avión de transporte militar que se ensambla en Sevilla. Una experiencia valiosa si finalmente se decide materializar el proyecto de construcción de un helicóptero pesado.
En Albacete se montan actualmente el más ligero, EC-135, y próximamente el de combate Tigre, además de las estructuras delanteras del multipropósito, NH-90. El HTH, como se conoce de momento al nuevo proyecto, será la alternativa europea al famoso CH-47 Chinook fabricado por Boeing, ese gran helicóptero de dos grandes aspas que ha transportado soldados y material bélico en todos los conflictos desde los años sesenta.
Un proyecto "necesario" que será una realidad dentro de poco y con el que ya se encuentra ilusionado. No deja de ser una iniciativa militar sujeta en gran parte a presupuestos públicos, pero que posteriormente tienen una gran aplicación en las tecnologías "civiles", como ha ocurrido con Internet. Así se lo cuenta a sus padres cuando los visita sin renunciar a cierta inmersión nostálgica en su barrio de Carabanchel.
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