El día de los 'Grunges' en miniatura
Madrid se inudó ayer de música rockera hecha por y para niños con los conciertos de Prin La Lá y de los estadounidenses Tiny Masters of Today
¡Caaatapuuum! Pese a las advertencias de su abuelo ("No corras, que te vas a caer"), Ismael, de siete años, se pega un trompazo por los pasillos de La Casa Encendida. No se hace daño y se levanta como si fuese de goma. A su lado, Pedro, de cinco años, y Jaime, de tres, le miran boquiabiertos. Pero rápidamente cambian su mirada hacia el escenario. Como ellos, más de 100 niños, acompañados de sus padres, asistieron ayer, a las 12 de la mañana al concierto del grupo femenino y cordobés de pop de Prin La Lá. No fue la única actuación de y para menores de edad: Madrid se inundó ayer de rock hecho por niños y para niños. En definitiva, de rock piruleta.
"Estamos hechas polvo", contaba con un marcado acento del sur minutos antes de su concierto Macarena, de 18 años y cantante de Prin La Lá. "Anoche tuvimos un problema con la furgoneta en Despeñaperros. Tuvimos que volver a Córdoba y salir hacia Madrid a las doce de la noche. Hemos llegado a las cinco de la mañana". Junto a Macarena hoy está Blanca, de 22 años, pero falta Isabel, de 10 años. Una gripe le ha impedido estar hoy en el concierto.
Iván y Ada, de 13 años, son ya todo un fenómeno 'underground'
Las tres componen Prin La Lá, un grupo que con sólo un disco publicado, Esto es Prin La Lá , han cautivado al público más alternativo. También a los niños ya que en sus temas se mezcla la inocencia pop de las canciones infantiles con la psicodelia de los 70. Vamos, un cruce entre Vainica Doble y Pink Floyd. Durante casi una hora sus voces dejaron hipnotizados a los niños y no tan niños (allí estaba también la cantante Bebe) que aplauden con entusiasmo como posesos.
A esa misma hora y a escasos kilómetros de La Casa Encendida, otro concierto abarrota, también de infantes, la tienda Fnac de Callao. Esta vez, sobre el escenario están Tiny Masters of Today (Diminutos maestros de hoy), el grupo de Ivan, de 13 años y su hermana Ada, de 11. Dos pre adolescentes estadounidenses que se han convertido en un fenómeno musical undergound. Pero ayer Tiny Master of Today hicieron doblete en Madrid. Sesión de tarde y sesión de noche.
Son las 22: 30 horas y la sala Costello se llena de un público rockero y malasañero. Ya no hay niños. Los únicos son los propios Ivan y Ada que juegan a pelearse en una habitación minutos antes de que comience su actuación. Les vigilan su padre (con pantalón vaquero roto y antiguo músico del rock) y su madre (pelirroja con un bolso pop con la cara de Jacqueline Kennedy). Un tipo con patillas pregunta quién toca esta noche y el camarero responde: "Los Tiny nosequé. Un par de niños de Nueva York y rockeros... o así. Un poco raros".
La definición cañí se aclara cuando suben a un humeante escenario. Como si de un Kurt Cobain, antiguo líder de Nirvana, en miniatura se tratase, Ivan y su hermana hacen un punk ruidoso, molón y adictivo. Son como White Stripes o Sonic Youth reducidos a niños.
La diferencia es que para Ivan y Ada, evidentemente, no hay juerga por la noche madrileña tras el concierto. Quizá el plan sea un cuento, y a la cama.
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