Salvamento envió al rescate del 'Cordero' un helicóptero ineficaz frente al temporal

El helicóptero que Salvamento Marítimo envió al rescate del Cordero no contaba con las prestaciones suficientes para hacer frente al temporal que provocó el naufragio y causó la muerte a cinco de los siete tripulantes del pesquero, el pasado 15 de enero.

"Es como decir que el viento afecta igual a un Corsa que a un todoterreno"

La concesionaria dice que puede por contrato usar aparatos aún con menos prestaciones

El Dauphin N II que despegó del aeropuerto de Alvedro a las 3.13 horas, una hora después de que la radiobaliza determinase la situación exacta del Cordero, a 20 millas de Cabo Prioriño, no disponía del sistema de vuelo estacionario automático, una tecnología que permite a los pilotos inmovilizar el aparato en el aire sobre un punto vertical para acometer el rescate sin necesidad de realizar maniobras. Además, el escaso peso de la máquina, 4.250 kilogramos, dificultó su estabilidad en medio de los vientos que esa noche alcanzaron los 50 nudos (unos 90 kilómetros por hora). Según la información oficial de Salvamento, fueron la tormenta y las condiciones meteorológicas las que impidieron actuar al helicóptero, que se vio obligado a regresar a tierra poco después de avistar a los cinco náufragos, cuyo rastro se perdió definitivamente minutos más tarde.

Los libros de navegación revelan que la aeronave que voló el 15 de enero estaba sustituyendo de manera provisional al modelo que desde hace 15 años opera en la base del Helimer Galicia, un Sikorsky S-61-N, de 10.000 kilos de peso y que sí incorpora el sistema de vuelo estacionario automático. Salvamento asegura que el cambio de aparatos se produjo en diciembre, cuando el helicóptero titular viajó a Noruega para someterse a lo que llaman "la gran parada", una revisión a fondo en un centro de Noruega.

Fuentes de Salvamento aseguran que la sustitución no afectó al operativo, algo que rechazan los pilotos y expertos aeronáuticos consultados. "Es como decir que un Opel Corsa y un Land Rover, con el doble de peso, responden igual ante una ráfaga de viento", afirma un comandante con miles de horas de experiencia en vuelos de rescate.

El Dauphin N II fue utilizado por la Xunta en las bases del Pesca I y II, hasta que se decidió sustituirlo por el Sikorsky 76 tras la polémica por la catástrofe del Prestige.Los pilotos y técnicos aeronáuticos consultados por este diario no se atreven a aventurar si el Sikorsky, el aparato con el que opera habitualmente la base Helimer Galicia, podría haber afrontado el rescate de los tripulantes del Cordero con el temporal del 15 de enero, pero consideran, "fuera de toda duda, que hubiese soportado mucho mejor las ráfagas de viento y que el sistema de vuelo estacionario automático hubiera sido de gran ayuda". El Sikorsky S-61-N "es el que se usa en las plataformas petrolíferas del Mar del Norte donde las condiciones de vuelo son extremas", dice el responsable de una consultora de aviación civil.

En las horas posteriores al naufragio, los patrones de los barcos que auxiliaron al Cordero mostraron su extrañeza sobre la actuación del Helimer durante el rescate y dudaron incluso de que estuviese averiado. Algunos de los marineros explicaron que habían visto actuar al aparato en otras ocasiones con circunstancias más adversas que las que se produjeron el 15 de enero, algo que niegan tajantemente los responsables de Salvamento Marítimo.

Las tripulaciones de los arrastreros que faenaban en la zona del hundimiento denunciaron que durante "una media hora fatal" -el tiempo entre el regreso a la base del aparato de Salvamento y la llegada a la zona del Pesca II de la Xunta- los barcos se quedaron solos en la búsqueda sin ninguna ayuda, ni siquiera la iluminación de los medios aéreos", lo que les hizo perder el contacto con los náufragos.

Tanto Salvamento Marítimo como Helicsa, la empresa concesionaria del suministro de helicópteros, admiten que el Sikorsky abandonó la base de Alvedro el 10 de octubre para someterse a una minuciosa inspección en Noruega y fue sustituido por otro modelo similar, que también fue relevado a principios de diciembre para pasar revisión. Desde entonces y hasta el 24 de enero, Helicsa puso a disposición de Salvamento el Dauphin N II, que fue el primero en acudir al rescate del Cordero.

El contrato firmado entre Sasemar, la sociedad pública dependiente de Fomento, y Helicsa, la adjudicataria del servicio de helicópteros, ampara el cambio efectuado en la base de A Coruña porque no exige la reposición de los aparatos por otros de similares características. El pliego de condiciones del concurso público convocado por Sasemar establece que en caso de avería o ausencia del Sikorsky S-61-N, Salvamento utilizará como repuesto el modelo Bell 212, una aeronave antigua y tecnológicamente más atrasada que el Dauphin N II. Helicsa asegura en un comunicado que "no tiene duda de que el servicio prestado por esta aeronave cumple en iguales o mayores condiciones lo establecido en el contrato con Sasemar".

Salvamento niega además que las distintas bases del Helimer tengan un helicóptero asignado, pese a que todas operan con el mismo modelo, el citado Sikorsky S-61-N, y defiende que las características de la aeronave utilizada, el Dauphin N II, no influyeron "en absoluto" en el dispositivo de búsqueda del Cordero. "Ningún otro medio aéreo habría podido actuar en esas circunstancias, la respuesta hubiese sido similar con un helicóptero de 4.000 kilos o con uno de 10.000 porque la estabilidad no depende del peso los aparatos. Es cierto que el que estaba en Noruega tenía más capacidad, pero el utilizado dispone de una mayor autonomía, velocidad y radio de acción", respondió un portavoz autorizado de Sasemar. Esta tesis sorprendió a los pilotos y técnicos aeronáuticos consultados, que atribuyeron la explicación a alquien completamente ajeno al mundo de la aviación.