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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Luis es único

José Sámano

¿Qué entrenador del universo rechazaría alinear gratis a Raúl, un jugador que lleva 198 goles en la Liga, once esta temporada, y a Guti, el mejor asistente del fútbol español? Luis Aragonés es de los pocos, empecinado como está en refutar las estadísticas, empeñado como está en que prevalezca su desamor personal con uno y otro. El seleccionador vive tan enrocado en su particular burbuja que sostiene en la intimidad que hay una conspiración nacionalmadridista a favor del capitán blanco. No subraya que la realidad está por encima de su ficción y que a Raúl no se le reclama en canchas y aeropuertos sólo por su hoja de servicios, sino por su extraordinario presente. Es una cuestión puramente futbolística: hoy en día, está por encima de Villa y Torres. Su otro posible competidor por la titularidad, el gran mecenas de la historia perica, Tamudo, está lesionado. Resulta más que sospechoso que Güiza se anticipe a Raúl en una convocatoria cuando el madridista debería ser un titular fijo.

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Luis y Raúl no han querido divulgar cuáles fueron sus diferencias en el Mundial de Alemania, qué discrepancias hicieron que su convivencia resultara insoportable, al menos desde la perspectiva de Luis. De un seleccionador, como de cualquier otro técnico, se espera que entre sus capacidades figure el concilio con los jugadores imprescindibles. No a cualquier precio, de acuerdo, pero sí que tenga la flexibilidad necesaria como para maniobrar a favor del fútbol español, máxime cuando en una selección no es obligatorio el roce diario. En la hoja de ruta profesional de Raúl no hay tachas por indisciplina, otra cosa es que acepte de mejor o peor humor una suplencia, algo rutinario en el planeta fútbol. En ese punto es en el que Luis debería ser sabio. Los mitos merecen una atención propia y Raúl ya lo es por mucho que se mantenga en activo al máximo nivel. Como tendría que serlo Luis, que tampoco es un cualquiera en este deporte y cuando se retire también merecerá un homenaje. Si no lo estropea su guiñol, se le deberán muchos más honores de los que él ha concedido a Albelda, al que quiso aliviar con su alineación ante Francia. Un guiño complaciente que Luis no ha tenido con otros.

El caso de Guti es otro. Se le tiene por un displicente y su estética no agrada en todas las pasarelas. Pero a los futbolistas se les mide en el campo, no ante el espejo, y sobre el césped Guti es un violinista fabuloso, un jugador singular, diferente, un especialista en filtrar pases de gol que no tiene comparación con nadie. Para la selección sería una seña de identidad, un eslabón fantástico para ese ejército de iluminados que recluta Luis (Xabi Alonso, Xavi, Iniesta y Cesc). Guti lleva una temporada por encima de Xavi e Iniesta, dos estupendos jugadores, pero de nada le ha servido ante Luis. Guti ha desterrado todos los prejuicios en su contra: que si ningún técnico le daba continuidad, que si estaba más implicado en la periferia rosa del fútbol... Y Luis, sin inmutarse.

En Guti (13 internacionalidades) se reflejan algunos de los males endémicos del fútbol español. Resulta estridente que tres estilistas sublimes como Panizo (14 veces internacional), Velázquez (10) y Marcial (15) -por citar sólo tres casos- no hayan superado, por ejemplo, a Ángel María Villar (22), un aguador que jamás miró al frente, sólo jugaba en dirección a su portería. Luis no puede contribuir al exilio de otro jugador exquisito.

Luis tiene derecho a convocar a los que crea oportunos, no a negar la realidad por meras cuestiones epidérmicas.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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