Postomate
Algo raro le está pasando a la audiencia española, porque llevamos dos semanas incurriendo en normalidad catódica, lo cual es todo un récord. Si la pasada estuvo ocupada por la liturgia funeralicia del tomate podrido, hard y contaminante, los resultados del audímetro último no desmienten la tendencia. El ¿Dónde estás corazón? de Cantizano sigue sin levantar cabeza a pesar de su erre con erre con Paquirrín y con la famosa herencia traicionada de Rocío Jurado, con la exclusiva del Ortega Cano en el plató, dos asuntos que hace una temporada habrían disparado las audiencias y que ahora son una ruina.
Mientras tanto, ayer, el A3 bandas del pelmazo múltiplex Cantizano, que aspira a suceder en el trono al tomate duro, fue superado por el antitomate gamberro de Sé lo que hicisteis la última semana de Patricia Conde (un beso), que ha empezado a renovar su zapping monotema porque los ejecutivos de La Sexta han intuido exactamente lo mismo que los de Cuatro, que también esta revolucionaria semana pos-tomate han zanjado su Channel nº 4 a pesar de los estupendos Boris y la Siñeriz, una pareja soft teóricamente perfecta.
¿Adiós, por lo tanto, al monopolio de esa larga tiranía rosa española de sobremesa y noche? Hay otros datos del audímetro que trabajan en la misma tendencia. Supervivientes también arroja un mínimo histórico a pesar de las peripecias de Karmele Marchante, símbolo rosa por excelencia, en la isla del Caribe, y sube Fama, como en cualquier país normal del globo.
Pero sobre todo, hay dos datos aún mejores: el doctor House bate a Los hombres de Paco y Los Serrano, y de lo único que se ha hablado en el país es de la magnífica secuencia última de Los Soprano en comparación con el final de la peli oscarizada de los hermanos Coen.