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Reportaje:

La decadencia del atardecer

Los vecinos del Albaicín dejan el barrio por el deterioro y la inseguridad

Hace poco más de treinta años, el Albaicín era uno de los barrios más lujosos de Granada. En 1997, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, se asomó al mayor mirador del barrio hacia la Alhambra, San Nicolás, y regaló a la ciudad aquella famosa frase que dio la vuelta al planeta: "Es el mejor atardecer del mundo". Aquella poderosa visión probablemente sirvió para que el mandatario no viera lo que sucedía detrás con un barrio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero que se encuentra en sus horas más bajas por su abandono, sus nefastas comunicaciones y su delincuencia. Estas situaciones han provocado la huida de vecinos hacia la ciudad en los últimos años.

El barrio "no es sabroso en densidad de votos", explica un vecino

En los setenta, eran más de 25.000 los vecinos del barrio, mientras ahora esa cifra se sitúa en 13.764, de los cuales 980 son extranjeros, según un informe encargado por el Ayuntamiento de la ciudad a la Fundación Albaicín para recaudar fondos europeos.

Casi la tercera parte de las viviendas del Albaicín se encuentran vacías, llegando a la mitad en algunas zonas, sobre todo en las más cercanas a Plaza Nueva y a la Calderería. "Hace años esta zona era tranquila y daba gusto vivir aquí. Hoy esto es un nido de droga y de ruido. Nadie quiere vivir por aquí porque no sabes quién va a ser tu vecino", explica Javier, que desde hace años regenta un negocio de comestibles en la calle Elvira.

De las 6.000 casas del barrio, más de 2.000 se encuentran en mal estado de conservación. Además, el 42% de los edificios va camino del siglo de antigüedad y 35 han sido declarados ya en ruina, algo difícil de explicar en un entorno que alberga 825 edificios catalogados, mientras que 120 están inscritos como bienes de interés cultural.

En opinión de Isabel Nieto, concejal de Urbanismo, "el Albaicín necesita mucha inversión". Pese a esta circunstancia, no cree que esté olvidado, ya que "es el barrio que cuenta con mayor número de equipamientos". "Además, tampoco creo que las casas estén deshabitadas, lo que sucede es que muchas están ocupadas por vecinos que no están empadronados", explica.

Pese a tratarse de la zona de la ciudad con un mayor número de colegios por habitante, se produce una fuerte paradoja demográfica. El 35% de los vecinos no tiene estudios primarios y cerca del 2% es analfabeto. Además, se trata de la zona con menos niños pequeños de la ciudad. De hecho, la llegada de universitarios y de extranjeros es lo que evita que la cifra media de edad pudiera situarse en la cincuentena.

El Ayuntamiento de Granada ha pedido ayuda a la Unión Europea, de la que espera recibir en torno a 14 millones de euros para suprimir las antenas, soterrar el cableado aéreo, extender la banda ancha, mejorar la accesibilidad rodada y peatonal y eliminar las barreras arquitectónicas.

Javier Torres Vela, portavoz del grupo municipal socialista, ha declarado que la celebración del milenio de la ciudad podría ser una fecha clave para acometer una verdadera rehabilitación del barrio.

Sin embargo, los vecinos de toda la vida desde hace bastantes años no creen nada de lo que dicen los políticos de la ciudad, a quienes responsabilizan del abandono del barrio.

Antonio González vive en el Albaicín desde 1989. En su opinión, el salto que en los últimos días ha dado el barrio a los informativos es "el resultado de que el Ayuntamiento haya olido un dinero de Europa que no quiere perder" y no la consecuencia de una verdadera intención de resolver sus problemas. "Están ciegos. Han visto cómo en los últimos años ha disminuido la población autóctona y donde vivía una familia ahora se alquilan pisos a estudiantes. A pesar de esto, el barrio no ha perdido su sentido. Aquí se vive de otra manera, con otro nivel de funcionamiento vital", explica, convencido de que el barrio no está cuidado como debería estarlo, pese a que, después de la Alhambra, sea el principal reclamo turístico de esta ciudad. "No es sabroso en densidad de votos", concluye.

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