Pontevedra corta el agua a familias gitanas para echarlas de la ciudad

El realojo de tres familias gitanas en el barrio pontevedrés de Monte Porreiro ha convertido la zona en un polvorín. A las protestas de los vecinos se ha unido el gobierno local, integrado por BNG y PSOE, que ha decidido cortarle el agua a los nuevos residentes y paralizar las obras que estos ejecutaban para acondicionar el edificio, deshabitado desde 1986.

El Ayuntamiento justifica la medida por el hecho de que los afectados no tenían licencia para los trabajos.

Lores se une al acoso de los vecinos payos, que amenazan con usar "la fuerza"

El alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, no quiere que estas familias gitanas se queden en la ciudad. El regidor critica el realojo de los calés por parte de su homólogo de Poio, Luciano Sobral, que ha derribado el poblado chabolista que habitaban. Lores, con el apoyo del PSOE, acusa a su compañero de partido de excederse en sus competencias y de actuar de manera "inaceptable".

En su estrategia de acoso, el alcalde de Pontevedra le ha cortado el agua a las familias gitanas pero no conseguirá acceder a los informes sobre sus antecedentes penales, tal y como pretendía. La Subdelegación del Gobierno ya ha anunciado que no le facilitará al regidor nacionalista estos datos porque es "ilegal". La Asociación Pueblo Gitano exige al alcalde que se retracte por "adjudicar el rol de delincuentes" a los gitanos y amenaza con llevarle a los tribunales por sus declaraciones.

En el barrio de Monte Porreiro la tensión va a más. El vicepresidente de la asociación

vecinal, Mario Ángel Lago, amenaza con usar "la fuerza si es necesario" en caso de que los realojados se queden en la zona. Lago asegura que el Ayuntamiento se propone también cortarles la luz a los gitanos.