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Reportaje:

La mayor memoria de Europa

El supercomputador Finis Terrae se pondrá en marcha en Santiago a finales de marzo

Se ofrece herramienta informática para resolver operaciones matemáticas imposibles de hacer con ordenadores convencionales. Razón: Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga). Mejorar tratamientos para enfermos de cáncer, prever cuánto lloverá en Galicia y adivinar el mejor momento para invertir en bolsa son algunos de los resultados que hará posible un nuevo monstruo tecnológico llamado Finis Terrae. La memoria compartida es la clave.

Imagínese un laboratorio, pero sin tubos de ensayo ni probetas. En el Cesga no se trabaja con líquidos, sino con números. Y no hay microscopios, sólo ordenadores. Máquinas conectadas en red capaces de almacenar miles de gigabytes de información y resolver informáticamente lo que sólo se ha visto en vivo o en un microscopio. La última criatura del Cesga lo hará posible porque es capaz de realizar 16 billones de operaciones matemáticas en un segundo y porque será la infraestructura de mayor memoria compartida de Europa, con 19.500 gigabytes.

La máquina puede hacer 16 billones de cálculos en un segundo
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En potencia de cálculo, sin embargo, se queda un poco más atrás. Ocupará el puesto número 100 en el Top 500, la clasificación mundial de supercomputadores, y sólo tendrá por delante un aparato español: el Mare Nostrum de Barcelona (IBM), que está en el puesto 13º. Cualquier empresa que cumpla los requisitos establecidos por el Cesga podrá volcar en el Finis Terrae (fabricado por Hewlet Packard e Intel) las fórmulas y variables que quiera aplicar para ver cómo se desarrollan sus hipótesis. El laboratorio cruzará todos los datos -"los machacará", como dice en jerga el subdirector técnico del Cesga, Ignacio López- y reproducirá el proceso obtenido. Eso sí, en virtual. "Después es el científico quien tiene que interpretar el resultado", puntualiza.

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Será entonces cuando lo virtual se convierta en real. Pero hubo vida antes del Finis Terrae. Un ejemplo está en el hospital Clínico de Santiago, donde el trabajo del Cesga ha permitido mejorar los tratamientos contra el cáncer. Los aparatos que realizan radioterapia se tienen que revisar periódicamente para que emitan la dosis correcta de radiación en todo momento. La memoria compartida entre ordenadores ha facilitado el proceso. "Simulamos las cámaras de ionización en el laboratorio virtual y pudimos calcular su factor de calibración", explica Faustino Gómez, profesor de Física de la Universidad de Santiago.De esta forma, las máquinas están siempre ajustadas y emplean la radiación adecuada. Además del Hospital Clínico de Santiago, también usan este sistema el Virgen de la Macarena de Sevilla y el General Universitario de Valencia. Y este es sólo el primer paso. Pronto se podrán verificar las dosis de radioterapia necesarias para cada enfermo a través de una página web. "Introduciendo los datos del paciente, se elaborará un tratamiento personalizado".

Pero la supercomputación no sólo es útil en el campo sanitario. La predicción del tiempo que hace MeteoGalicia también tiene que ver con la memoria compartida. El Cesga extrapola los datos que emiten las estaciones meteorológicas, las boyas oceánicas y los satélites, y elabora el modelo que usan los expertos para hacer la previsión del tiempo en Galicia. Con el Finis Terrae, las fronteras se ensanchan. "Ganaremos cuatro kilómetros más de resolución espacial en la región y uno en el entorno de las Rías Baixas", cuenta Vicente Pérez, de MeteoGalicia. El supercomputador -que costó 19 millones de euros a la Xunta- también hará posible que las predicciones sean más concretas. "Se harán modelos por conjuntos. Es decir, muchos más cálculos y, por lo tanto, más estadísticas, lo que reducirá el margen de error en los pronósticos", explica Pérez. Será a finales de marzo, cuando el nuevo supercomputador comience a machacar datos.

El nuevo equipo también permitirá prever el comportamiento del mercado económico "empleando métodos de ecuaciones matemáticas", explica Andrés Gómez, técnico de Aplicaciones del Cesga. "Los expertos podrán ver cómo van a evolucionar las acciones y hacer análisis de riesgo para inversiones". Ahora el supercomputador está en fase de pruebas. Ocupa una habitación de 140 metros cuadrados dividida en pasillos formados por 142 ordenadores con 16 procesadores y 128 gigabytes cada uno. Casi 34.000 kilos, define Gómez, de "máquinas conectadas entre si para la solución de un único problema".

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