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Las historias pintadas de Lino Lago

Todavía olerá a pintura durante unos días en la sala de exposiciones. Inmediatamente después de la inauguración de su muestra en la Casa das Artes de Vigo, el pintor Lino Lago (Redondela, 1973) comezó a cubrir un enorme lienzo colgado de uno de los recovecos de la estancia. Terminó el cuadro poco antes de regresar a Lituania, donde reside desde hace unos siete años. La modelo posa sentada en una silla, parece una elegante mujer de otro tiempo, pero a quien no hay manera de situar cronológicamente es al pintor que da nombre a la obra y que aparece retratado como un marioneta de colorines. Un juego naíf con el que el artista aporta claves de su irreverente modo de concebir el arte.

Las piezas que integran 2000-2008, el título de la exposición que ha traído de vuelta a casa al artista redondelano, descubren varias capas de la realidad. Toda una declaración de intenciones es Na procura da beleza, en el que, de nuevo, aparece un pintor, que ahora da la espalda a un cadáver. "No me identifico con los artistas que sólo buscan la estética y no miran más allá. Ya tengo estética, así que me asaltan otras preocupaciones. Me inspiro en las noticias, en la gente de la calle y en las viñetas de El Roto antes que en otros artistas. De hecho, no voy a exposiciones ni estoy al tanto de lo ocurre en el mundo del arte", cuenta.

Líbano es otro ejemplo de la paradoja que envuelve el mundo. El cuadro representa una fotografía de clase, chavales y profesores sentados en las escaleras del colegio en ademán de celebrar. A los pies de quienes se entretienen en salir bien en la foto hay un niño muerto al que nadie mira.

La necesidad de contar historias ha hecho evolucionar los pinceles de Lago hacia una vertiente cada vez más narrativa, según se aprecia en las obras datadas en los últimos años. Las verdades, según el artista, están ocultas en los objetos y paisajes que tenemos a la vista, hay que detenerse para descubrirlas. Por eso, entre otras cuestiones de carácter técnico, Lago se libra del calificativo de "hiperrealista", etiqueta que él mismo desdeña, a pesar de su pintura prolija próxima a la definición fotográfica.

Esta selección que se puede visitar en Vigo hasta el próximo día 17 exhibe muestras de otras tendencias recientes en la pintura de Lago, como la inserción de elementos geométricos y pinceladas desordenadas sobre fondos clásicos de Bronzino o Las Meninas.

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