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ANDRÉS BÁEZ | Empleado de fábrica de cemento | Crisis en la construcción

"Dependemos de la obra pública"

Andrés Báez, de 35 años y miembro del comité de empresa de Cementos Antequera por Comisiones Obreras, todavía está tranquilo. "Es verdad que la producción ha descendido y estamos aprovechando para realizar el mantenimiento de la maquinaria", asegura.

La empresa, de 61 empleados, ha pasado por momentos peores, como en 2003, cuando estuvieron tres meses casi parados por falta de abastecimiento de clinker, la materia prima del cemento, por un problema de transporte. "Aún así, mantuvimos la plantilla completa", recuerda Báez, que lleva en la compañía desde 2001.

A pesar de la tranquilidad, los trabajadores son conscientes de que la crisis les puede afectar. "El año pasado batimos el récord de producción y nos dieron una prima. Seguro que este año no llegamos a esa cantidad, pero la empresa no ha dado ninguna señal de alarma", afirma el empleado, casado y padre de dos hijos. "María del Mar, mi mujer, está un poco más inquieta, sobre todo cuando escucha las noticias", afirma. La casa de Bobadilla Estación en la que vive la familia supone una hipoteca de 300 euros al mes, lo que permite a la mujer no trabajar para cuidar de los niños.

Una de las razones para la calma la tiene el hecho de que más de la mitad de la producción de Cementos Antequera corresponde a cemento a granel para fabricar hormigón de grandes estructuras. "Con las obras del metro de Málaga, el aeropuerto, la autovía A-45 de Málaga a Córdoba y el futuro puerto seco de Antequera, tenemos un consumo de cemento garantizado y eso da tranquilidad", asegura.

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