Otro respondón en McLaren

McLaren es un imán para los pilotos respondones. Si el año pasado fue el novato Lewis Hamilton quien impresionó al anotarse el mejor tiempo en los ensayos de pretemporada que se disputaron en el circuito de Cheste por estas mismas fechas, ayer fue Heikki Kovalainen, su nuevo compañero en el equipo de las flechas plateadas, quien logró una vuelta de vértigo (1m11s) y estableció un nuevo récord, una décima por debajo del tiempo que estableció el inglés en enero de 2007. Kovalainen, además, situó su MP4/23 seis décimas por delante del Ferrari de Felipe Massa y ocho del de Kimi Raikkonen, algo que hasta ayer parecía imposible por la extrema superioridad que habían demostrado los bólidos rojos. Hamilton quedó ayer a un segundo de su teórico segundo. Fernando Alonso, que sigue con su adaptación al nuevo Renault R28, dio 111 vueltas (unos 445 kilómetros) y terminó con el sexto mejor tiempo, a casi un segundo y medio del más rápido.

El finlandés, "un tío muy simpático", dice De la Rosa, bate el récord del circuito

Críticas al nuevo y obligatorio sistema electrónico, fabricado por la filial de McLaren

Por más que la vuelta de Kovalainen fuera accidental -no volvió a acercarse a menos de un segundo- y aunque sólo sirviera para impresionar, Hamilton debió tomar buena nota del reloj. Y si no, sí lo hicieron muchos aficionados, que se apelotonaron en las barandillas para decírselo y, de paso, darle recuerdos para él y para varios de sus familiares más directos.

"Me encuentro muy cómodo con este coche", asegura Kovalainen. "Es fácil de conducir y, además, he notado un gran cambio con respecto al Renault que llevaba el año pasado", reconoce el nuevo piloto de McLaren, de 26 años, y que fue fichado por Ron Dennis una vez rescindió el contrato a Alonso. "Heikki se ha adaptado muy bien y rápido al equipo. Ha llegado con muchas ganas de trabajar", asegura Pedro Martínez de la Rosa, que desempeña las labores de probador en la escudería de Wooking. "Es un tío muy simpático, que va muy fino, con el que trabajar resulta muy fácil", ahonda el español, cuyo equipo vuelve a estar en el centro del huracán. Con la fórmula 1 aún temblando por el caso de espionaje entre McLaren y Ferrari que contaminó el pasado campeonato, la centralita electrónica, única y estándar -Electronic Central Unit (ECU), se llama- que incorporarán todos los coches a partir de ahora se perfila como la piedra angular de la próxima temporada.

Los equipos destapan sus apuestas aerodinámicas. Mientras unos afilan el morro, caso de Honda y su RA108, otros le colocan un prominente alerón superior, como ha hecho Renault con el R28. Cambios de posición de los retrovisores, y más o menos aletas. Sin embargo, el quid se esconde en un miniordenador que lleva de cabeza a todos los equipos de la parrilla. Bueno, a todos no. Resulta que el suministrador de este nuevo dispositivo obligatorio es la empresa McLaren Electronic System, o sea, un apéndice de la compañía que dirige Ron Dennis. "Cambiar al modelo de electrónica estándar fue una equivocación", dice Mario Theissen, máximo responsable deportivo de BMW. "Tuvimos que afrontar costes adicionales, y el hecho de que la ECU sea proporcionada por un competidor, no hace que las cosas sean mejor", critica el técnico. Otro equipo que ha mostrado públicamente su descontento es Renault, y lo ha hecho en boca de Bob Bell, director técnico de la parte de chasis de la escudería francesa. "Si la comparamos con la que usábamos hasta ahora

[de la marca italiana Magneti Marelli], la nueva centralita ofrece un rendimiento inferior. Su formato es distinto, y para un equipo como el nuestro, supone un paso atrás porque hemos tenido que diseñar el chasis en función de esta cajita", reprocha Bell. "Salvo McLaren y algún otro, muchos tienen problemas con la nueva centralita, sobre todo a la hora de descargar la información de los coches", sostiene Marc Gené, probador de Ferrari.

Si recibe tantas críticas, ¿por qué la Federación Internacional del Automóvil ha introducido esta nueva normativa? Pues para tener el control de todos los monoplazas y asegurarse que ninguno comete irregularidades.

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