La luz llega a El Hierro en barco
La mitad de la isla se queda sin electricidad a la espera de generadores de Tenerife
Entre 4.000 y 5.000 personas de la zona habitada más al sur de España (la costa oeste de la isla canaria de El Hierro) permanecieron ayer sin suministro eléctrico, porque vientos superiores a los 120 kilómetros por hora tumbaron dos de las torres eléctricas de media tensión (que transportan energía a 20 kilovoltios). Para solventar la avería, que duró más de 20 horas, cuatro generadores fueron enviados por barco desde Tenerife.
Frutales, muros, vallas, invernaderos, rocas, vehículos y hasta algunas personas volaron varios metros por la fuerza del viento. "Desde la madrugada estamos sin luz en todo el valle; esto está fatal, no se podía salir a la calle, no teníamos ni móviles; aquí está todo cerrado, hasta la guardería", aseguró una vecina contactada telefónicamente.
El fuerte vendaval tumbó dos de las torres eléctricas de media tensión
La luz se fue a las cinco de la mañana y fue restablecida 20 horas después
Fue una mala jornada para Juan Luis Padrón. El delegado de Unelco Endesa en esta pequeña isla se había tomado su primer día de vacaciones. Se tuvo que incorporar de inmediato. Más de 40 operarios improvisaron una solución de emergencia que ya les había dado resultado cuando 400.000 habitantes de Tenerife quedaron a oscuras tras el paso de la tormenta tropical Delta. Un circuito alternativo, como si se tratara de un bypass coronario, por el que extendieron más de 550 metros de cable trifásico por en medio del frondoso bosque. Simultáneamente, la eléctrica movilizaba el único generador que tenía en la isla y enviaba por barco otros cuatro que llegarían por la tarde desde Tenerife. Para cargar los cuatro generadores fue parado el tráfico marítimo en el puerto.
La mayor parte de la población cenaba anoche con luz eléctrica restablecida, aseguró Ana Corredera, portavoz de la compañía.
El presidente del Cabildo Insular de El Hierro, Tomás Padrón, convocó la junta de crisis para evaluar los daños en plantaciones (especialmente hortalizas y frutales), carreteras, viviendas y otras infraestructuras. Los turistas que habían planeado desestresarse en el balneario del Pozo de la Salud (en Sabinosa, la zona más castigada por los vientos) fueron trasladados a otros alojamientos de la isla. El viento, con rachas de 120 kilómetros por hora, levantó una chapa y "preferimos que no estuvieran dando vueltas por ninguna carretera y arriesgando su vida", aseguró ayer la directora del balneario, Mayte Padrón. La instalación ya operaba ayer por la tarde "con completa normalidad".
La primera medida adoptada por el Cabildo ha sido suspender las clases en toda la zona norte y oeste de la isla, en el municipio de Frontera.
Los presidentes de los cabildos de El Hierro, La Palma y Tenerife protestaron ayer porque se decrete la alerta cuando el fenómeno meteorológico adverso (sean fuertes vientos y espesa calima, como ayer o lluvias como en otras ocasiones) ya está sobre las zonas pobladas de las islas. "El protocolo funciona correctamente pero faltan ajustes e intercambio de datos entre islas", apaciguó desde La Palma José Luis Perestelo. "Si se predice un viento de 90 kilómetros por hora y resulta que es de 120, la fuerza del viento destroza el doble; es muy importante prever con antelación todos estos fenómenos y eso no ocurre", añadió el presidente tinerfeño Ricardo Melchior.
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