González Pons critica a la vicepresidenta y la reta a debatir en TVV

El cabeza de lista del PP por Valencia al Congreso, Esteban González Pons, reiteró ayer sus acusaciones contra la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, por las que ésta le ha demandado y le propuso que aclare, en un debate en Canal 9, si pretende vivir en su casa de Beneixida o "sólo era un engaño".

González Pons lanzó esta invitación a María Teresa Fernández de la Vega, número 1 del PSOE por Valencia a la Cámara Baja, en un acto de precampaña sobre pleno empleo donde intervinieron también el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps, y el secretario general del PPCV, Ricardo Costa.

El pasado martes, Fernández de la Vega demandó al portavoz del PP en las Cortes Valencianas por una supuesta vulneración del derecho al honor tras unas declaraciones que González Pons hizo en diciembre sobre su empadronamiento en Beneixida, "carentes de fundamento", que faltaban "gravemente a la verdad" y que "atentaron seriamente contra su honor personal y familiar".

El popular pidió ayer a la vicepresidenta que acepte un debate "cara a cara" para "hablar de los problemas de los valencianos", como el trasvase del Ebro, las infraestructuras, las inversiones del Gobierno central y la agricultura, y sobre "qué se debe hacer para representar" a la Comunidad Valenciana en Madrid. Además, le pidió que aclare en ese debate "si en esa casa [de Beneixida] está dispuesta a vivir un día de estos o si solo era una trampa para engañarnos y hacernos pensar que ella pensaba vivir alguna vez en la vida en nuestro pueblo de Beneixida".

González Pons reivindicó su "derecho a la libertad de expresión y a defender puntos de vista opuestos", y aseguró que la citada demanda "demuestra que ella piensa que sus oponentes sólo tienen derecho a expresarse si dicen lo que a ella le gusta".

"De la Vega me raciona mi libertad de expresión llevándome al juez por decir la verdad", declaró para comprometerse a "destapar la verdad" sobre la vicepresidenta. Según él, la socialista se empadronó en Beneixida "en secreto", en una casa en la que nunca vivió y donde "es imposible vivir, porque está en un estado de semiabandono", enclavada en una antigua finca agrícola que ahora tiene uso industrial. Esa vivienda era, según el candidato, propiedad de su familia y fue vendida en una operación que "todo el mundo" califica como "pelotazo".