La maldición de los porteros

La situación en la portería española de balonmano no es la más deseable ante el Campeonato de Europa que arranca hoy en Noruega. España debuta frente a Hungría (19.15, Canal + Deportes) y deberá hacerlo con su tercer portero, José Manuel Sierra, puesto que los dos titulares están lesionados. David Barrufet tuvo que abandonar la concentración en Ciudad Real, tras sufrir una rotura fibrilar en los gemelos cuando disputaba un partido amistoso contra Argentina. Causó baja y es irrecuperable para todo el campeonato. Y José Javier Hombrados dio un gran susto al seleccionador, Juan Carlos Pastor, en el último encuentro de preparación ante Francia. El guardameta del Ciudad Real sufrió una distensión en el anillo inguinal y se vio obligado a retirarse de la cancha. Ayer se confirmó que no podrá disputar el partido contra Hungría.

"La situación es aún mejor de lo que podría ser", comentó Pastor, intentando restar dramatismo a las importantes bajas por lesión sufridas por la selección española. "Si no está Uríos, es evidente que el ataque deberá jugar de otra forma, y lo hará. Y si no está Barrufet y debemos recurrir a Sierra para el primer partido, la portería será otra y ya está. Pero estoy convencido de que el equipo mantendrá el nivel".

Aunque fallará en el primer partido, Hombrados será incluso alineado contra Hungría y podría situarse debajo de los palos si fuera muy necesario. El portero de la selección estuvo entrenándose en solitario con el fisioterapeuta Carlos Fraile, a un ritmo más bajo de lo habitual como medida de precaución. "Siente alguna molestia, pero está bien", comentó un portavoz de la Federación Española de Balonmano. "Esperamos que esté ya a punto para poder jugar a partir del segundo partido contra Bielorrusia y, especialmente, en el último de la primera fase contra Alemania".

Hombrados lleva más de 160 partidos internacionales, mientras que Sierra, portero del Valladolid, no ha alcanzado aún los 30. Una hipotética baja de Hombrados se convertiría en un auténtico problema, porque habría que llamar urgentemente a un cuarto portero, probablemente Vicente Álamo. Y el equipo podría perder una parte importante de su confianza. Sin embargo, no parece que todo esto acabe siendo necesario. España afronta hoy el partido contra la selección húngara de Laszlo Nagy (Barcelona) con la confianza de poder sumar sus dos primeros puntos. Sobre el papel, el equipo de Pastor es muy superior al magiar.