La pena máxima de Torrejón

Torrejón revivió la peor de las pesadillas, la cara más amarga del fútbol. Como en la final de la Copa de la UEFA que perdió el Espanyol hace sólo unos meses, volvió a ser el encargado de lanzar el penalti decisivo. Lo envió al palo y quedó eliminado su equipo en beneficio del Athletic. Así de sencillo, así de cruel. Una cuestión del destino y también de Valverde, que eligió al central para que ejecutara el quinto penalti de la ronda, a la que se llegó después de que se repitiera el empate a uno, como en San Mamés, esta vez prórroga incluida. Era una oportunidad para que Torrejón se redimiera, pero también un riesgo tremendo de que se repitiera la tragedia, esta vez mucho menor, cierto, porque no es lo mismo caer en los octavos de la Copa del Rey que perder la final de la UEFA.

El Athletic vio premiado su entusiasmo en un partido que recordó la épica copera que lleva en sus genes. Lo empezó por el peor de los caminos y logró darle la vuelta tras dejar hasta la última gota de sangre en un ejercicio mucho más físico y esforzado que bien ejecutado. No fue el mejor día para sus porteros. Mientras que Gorka Iraizoz supo que pasará hoy mismo por el quirófano para reparar la rotura de un tendón, Aranzubia se indigestó con el primer trallazo que le llegó en Montjuïc. Moisés encañonó desde más allá de la media luna y Aranzubia la dejó mansa en la frontal. Jonathan estuvo a punto de desperdiciar el regalito pero, tras un remate al bulto y un nuevo rechace, se la dio a Luis García. El gol no mermó el entusiasmo del equipo de Caparrós, que tuvo por dónde atacar. Valverde, privado de Jarque, lesionado, también dio descanso de entrada a Torrejón y formó una inédita pareja de centrales con Serrán y Lacruz. Llorente se fajó con ellos, con Moisés y hasta con Lafuente. Todos ellos se llevaron sendos costalazos a cuenta del ímpetu y del corpachón del ariete.

El pecado del Athletic es que no construyó lo suficiente desde su eje en la medular formado por Tiko y Muñoz. Remató varias veces y casi siempre lo hizo desde la banda izquierda, donde las acometidas de Del Horno dejaron en evidencia el mal repliegue de Valdo. El viento acabó de ponerse a favor al Athletic cuando el árbitro decidió expulsar a Luis García. Quedaba, cuanto menos, una hora de juego. Lafuente se vio obligado a multiplicarse. Pero fue Valdo quien falló estrepitosamente un remate franco ante Aranzubia en una contra bien llevada por Lola.

Con la incorporación de Garmendia y del joven Aitor Ramos, el Athletic encajonó al Espanyol, que se quedó empotrado en su área. Hasta nueve córners forzó el Athletic. Así llegó el gol del empate, en un córner que cabeceó Llorente, rechazó Lafuente y fusiló Iraola, el jugador más inspirado. Valverde ya había dado entrada a Tamudo, que estuvo a punto de evitar la prórroga y los penaltis. No lo logró, para desgracia de Torrejón.

Espanyol 1 - Athletic 1