La UE aprueba el consumo de animales clonados

La técnica puede aplicarse a ovejas, vacas, cabras y cerdos

La carne y leche de los animales obtenidos por clonación es apta parta el consumo humano, según ha concluido la Agencia para la Seguridad Alimentaria Europea (EFSA, en sus siglas inglesas). En un trabajo que dio a conocer ayer, la agencia indica que no hay ningún indicio de que estos productos supongan un riesgo para la salud.

Los investigadores sí señalan, sin embargo, que hasta ahora los animales obtenidos por clonación suelen tener un peor estado de salud y que mueren antes que los criados por métodos más naturales. Pero salvada esta circunstancia, su consumo no supone un peligro aña...

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La carne y leche de los animales obtenidos por clonación es apta parta el consumo humano, según ha concluido la Agencia para la Seguridad Alimentaria Europea (EFSA, en sus siglas inglesas). En un trabajo que dio a conocer ayer, la agencia indica que no hay ningún indicio de que estos productos supongan un riesgo para la salud.

Los investigadores sí señalan, sin embargo, que hasta ahora los animales obtenidos por clonación suelen tener un peor estado de salud y que mueren antes que los criados por métodos más naturales. Pero salvada esta circunstancia, su consumo no supone un peligro añadido para los humanos.

En concreto, la recomendación de la EFSA se refiere a animales (como ovejas, cerdos, cabras o vacas) que se han fabricado por el método de la transferencia nuclear (la llamada clonación terapéutica cuando se aplica a humanos). Este sistema consiste en sacarle el núcleo a un óvulo y cambiárselo por otro obtenido de una célula de un animal adulto. Con ello se consigue un animal que es, en más de un 90%, idéntico genéticamente al que cedió el núcleo (hay una parte de los genes, la que está en unos orgánulos de la célula llamados mitocondrias, que no se transfiere). Fue el método usado para crear la oveja Dolly.

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La decisión de la agencia europea sigue a una similar anunciada de su homóloga estadounidense (la FDA). Tiene la ventaja, frente a otra técnica discutida, la de los organismos modificados genéticamente, de que no supone ningún riesgo de contaminación del medioambiente (en la naturaleza se producen clones de manera natural, por ejemplo en el caso de los llamados gemelos idénticos).

Ahora falta que los ganaderos se animen a clonar. En principio, la técnica no parece muy prometedora. Es cara, complicada y con una elevada tasa de fracaso. Pero la UE confía en que estos inconvenientes se solventen con el tiempo y un poco más de investigación. Entonces, se podrá aplicar, por ejemplo, para perpetuar una especie o acelerar el proceso de selección natural con el que tradicionalmente trabajan los ganaderos: en lugar de seleccionar los animales con mejores propiedades (los más gordos, los más grandes, los que más leche dan) y cruzarlos entre sí, se podrán clonar y obtener, en una sola generación, los rasgos deseados.

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