Los últimos versos de un maestro
ENFERMEDAD
No quería ver el día
no quería ver el sol
Sólo la oscuridad
la oscuridad
apretaba los párpados
para que ni un rayo
lograra colarse
en mi interior
porque entonces hubiera visto
que allí reina el vacío
desde el invisible principio
hasta el invisible final
(Febrero 2006)
ESTOY LLENO DE DUDAS
Estoy lleno de dudas
busco palabras
la imagen que veré en la imaginación
no quiere adoptar
formas nítidas
está
lejos
velada
y a pesar de que fuerzo la vista
no se acerca
no cobra vida
es más
cuando la observo
durante mucho tiempo
se aparta
y desaparece para siempre
(2006)
ESE DE LA FOTOGRAFÍA
Ese de la fotografía
ese chiquillo de dieciséis años
ése no soy yo
Ese que camina con dificultad por
la calle
ése no soy yo
Y sin embargo
ese de la fotografía
y ese de la calle
ése soy yo
Y este que ahora duda de ello
éste precisamente ése no soy yo
(2006)
AL FINAL
Al final
todos
nos encontraremos
sin intercambiar palabras
sin intercambiar miradas
ni gestos
a pesar de que desde entonces
ya para siempre
estaremos juntos
(2006)
EL DÍA QUE HAS PERDIDO
El día que has perdido
ya no lo recuperarás,
el mundo ha seguido adelante
te has quedado atrás
tienes las manos vacías
y los ojos vacíos
sentado en el parque
en un banco
observas una hormiga
pero también está ocupada y se va
te has quedado solo
no hay nadie a tu alrededor
(2006)
A MODO DE ORACIÓN
Te elevo a las alturas
te elevo más allá de las nubes
te elevo a las estrellas
Estás tan cerca del sol
que sus rayos
me ciegan
y dejo de verte
Cierro los ojos
me apresa la oscuridad
me apresa la soledad y el miedo
¿Por qué te he elevado tan alto
que ya no te puedo ver?
(2006)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.