Asenjo llega para quedarse
El meta del Valladolid, que debutó por las bajas de Alberto y Butelle, brilla a los 18 años tras encajar sólo un gol en seis partidos
El pasado domingo, el nombre de Casillas centelleaba en todos los resúmenes de la jornada, pero por detrás asomaban otros guantes que se habían consolidado definitivamente a pocos kilómetros del Bernabéu. En Getafe, a Sergio Asenjo le encaraba Manu del Moral, le quebraba, pero en el último momento una mano rápida palmeaba el cuero y desequilibraba el remate del delantero. Otra vez Manu cabeceó abajo, y apareció la misma mano, y otra vez en la escuadra contraria para detener una volea.
Sergio Asenjo cerraba así cualquier debate sobre su presunta interinidad en la portería de un equipo de Primera División con unas cuantas paradas prodigiosas y con un gol recibido en seis partidos en una portería que había comenzado la temporada con muchos agujeros. Sergio Asenjo sólo presume de su récord en la intimidad porque sus 18 años han hecho que su entrenador, José Luis Mendilibar, haya impuesto un voto de silencio que prohíbe al meta hablar con los periodistas "para que no se vuelva loco". "Cuando el grifo se abra será para una rueda de prensa y luego se volverá a cerrar", afirma tajante Mendilibar.
El debut de Sergio Asenjo llegó por pura casualidad seis jornadas atrás. Alberto estaba lesionado y Butelle, cedido por el Valencia y con problemas familiares graves, comenzaba a buscar la rescisión de su contrato con el Valladolid para volver a Francia y olvidarse de los silbidos que le acompañaban después de unos cuantos errores memorables. Mendilibar quería retrasar ese momento, pero no le quedaba más opción y finalmente Asenjo apareció en el once inicial. Y para quedarse. "Tal y como lo hizo, ya no podía quitarle", se resigna ufano Mendilibar, que ha encontrado la solución ideal para la portería.
"Compite mejor de lo que se entrena", asegura el técnico vasco, algo que quedó claro después de detener dos lanzamientos en la tanda de penaltis en los cuartos de final del Europeo sub-19 del pasado año, en el que España consiguió el título. "Es muy tranquilo para su edad", continúa, "y eso que le ha costado mucho adaptarse porque llegó muy joven a la residencia de futbolistas, no era muy comunicativo, y ha tenido tendencia a engordar, pero los compañeros le han exigido mucho, sobre todo los veteranos, le han hecho duro. Además, lleva dos años entrenándose con Alberto y no se puede tener un profesor mejor y más comprometido; ha pasado de ser el patito feo de la residencia a ser la estrella", añade Mendilibar.
Asenjo firmó la pasada semana su primer contrato profesional con el Valladolid y, aunque sigue yendo a comer a la residencia, se ha mudado a un piso con otro compañero del filial. Su nombre ya ha aparecido en el mercado. Barcelona, Chelsea, Liverpool... porque, según asegura el cuerpo técnico, tiene unas condiciones tremendas y puede llegar donde quiera. "El problema", lamenta Mendilibar, "es que hay muchos factores alrededor, muchas elecciones que hacer y te puede cegar el dinero, el club al que vayas, y dar un mal paso".
Hoy, en la Copa ante el Atlético, Asenjo estará en el banquillo del Calderón. Como todos los porteros titulares de la Liga.
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