El Marco apuesta por el cine de animación

La reflexión de carácter universal sobre el paso del tiempo, Tempo ao tempo, que se expone actualmente en el Museo de Arte Contemporánea de Vigo (Marco) dejará paso, a finales del próximo mes de febrero, a una panorámica sobre el cine de animación. La muestra Geopolíticas de la animación supone el regreso del museo a sus líneas programáticas habituales, con tres exposiciones simultáneas distribuidas en los diferentes espacios del recinto, tras ocupar todas sus salas con la exitosa celebración de su quinto aniversario. De modo que también el jardín de Jorge Barbi en el Espazo Anexo será sustituido por la viguesa Carme Nogueira, quien ampliará su proyecto sobre los bazares chinos en colaboración con el Instituto Cervantes iniciado en 2007, y una de las salas de exposición del edificio principal acogerá los Paraísos indómitos de una veintena de artistas, buscadores de esos lugares, tanto soñados como reales, que aún escapan del dominio de los seres humanos.

Obras públicas

En coproducción con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, donde ha permanecido expuesta durante los últimos tres meses, Geopolíticas de la animación ofrece al espectador un panorama del cine de animación en tanto que manifestación artística reflejo de los valores de la cultura en la que surge. Las aportaciones, muchas de ellas con la consideración de obras clásicas, de más de 50 artistas internacionales comisariados por Juan Antonio Álvarez Reyes, se yuxtaponen para presentar a los espectadores la amplia capacidad del género para ejercer como difusor de modelos ideológicos y sistemas de comprensión del mundo.

Las cintas seleccionadas suponen una galería de técnicas propias del cine de animación, como la cinematografía imagen a imagen, además de procedimientos como el dibujo animado, la plastilina y la animación digital. La exposición también incluye un programa específico dedicado a la animación española contemporánea y un ciclo de proyecciones titulado Visiones de la animación.

El Marco cerró 2007 con más de 87.000 visitantes, lo que mantiene la tendencia ascendente en la respuesta del público que se constata en cada balance. Así, en 2006 se registró la entrada de 72.470 personas. Desde que el museo abrió sus puertas, hace cinco años, han pasado por él más de 340.000 visitantes.