Indignación en el PSOE por las amenazas directas de ETA

Ni el responsable de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, está preocupado por la obsesión de ETA de colgarle la etiqueta de "ministro de los GAL", ni los socialistas se van a arredrar pese a las amenazas directas contra ellos en la entrevista a miembros de ETA publicada ayer en el periódico Gara. Los socialistas vascos, por boca de su dirigente José Antonio Pastor, mostraron su más absoluto "desprecio" ante las amenazas etarras, que llegan justo después de que ETA haya vuelto a atentar contra el PSE-EE con una bomba en la Casa del Pueblo de Balmaseda (Vizcaya). "No van a conseguir modificar ni un ápice la política antiterrorista del Gobierno", añadió Pastor.

ETA llama "fascista" al secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, uno de los dirigentes socialistas que participaron en las conversaciones de Loiola con Batasuna y el PNV durante la tregua. Y avisa a los militantes del PSOE de que tienen que "reflexionar sobre las consecuencias que acarrean para todos" las "torturas", la dispersión o las últimas condenas por el caso Ekin. Los encapuchados -Gara usa una foto que ya publicó en la entrevista a ETA de mayo de 2006- piden a los militantes socialistas que pregunten a Ares, Rubalcaba y Zapatero "hasta dónde están dispuestos a llegar en sus prácticas represivas".

"Años de conflicto"

La maquinaria de propaganda en la que se han convertido los zutabe (boletín de ETA), los comunicados -cuatro desde la ruptura oficial del alto el fuego, el 5 de junio pasado- y la entrevista de ayer, sirve para repetir básicamente dos cosas: que el Gobierno socialista ha impuesto el "Estado de excepción" y una política "basada en la represión" y que ETA no va a dejar de atentar hasta lograr el reconocimiento de "los derechos nacionales de Euskal Herria". Y eso, según los etarras, se traduce en "largos años de conflicto". "Actuaremos contra los aparatos represivos que vayan a la caza" de etarras, avisan. Y dejan en el aire si atentarán contra el TAV vasco. "No aceptaremos imposiciones", afirman, y señalan que si no hubieran atentado contra Lemoniz o la autovía de Leizarán esos proyectos habrían sido impuestos "por las armas".

ETA califica de "nuevo fraude" la consulta del lehendakari, una "falsa confrontación con el Estado" promovida por un PNV que ha "traicionado" a Euskadi.