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Reportaje:ANTE EL NUEVO AÑO

Imperial cierra con Altadis el mapa tabaquero mundial

La firma británica puede controlar en enero la empresa hispano-francesa con una OPA

Tabacalera está a punto de contraer segundas nupcias en sus 62 años de vida. La primera boda fue en 1999, cuando se unió a la francesa Seita para crear Altadis. El mapa tabaquero mundial puede cerrar en enero un nuevo ciclo de concentración tras la oferta de Imperial sobre Altadis que tiene todos los visos de prosperar.

La oferta que la multinacional tabaquera Japan Tobacco hizo por la británica Gallaher en diciembre de 2006 reactivó la consolidación del sector en un proceso de concentración mundial. La anterior oleada de fusiones y compras ocurrió en 1999, cuando en un breve plazo de tiempo British American Tobacco (BAT) compró Rothmans, Japan Tobacco adquirió la división internacional de la norteamericana R J Reynolds, y Tabacalera y Seita se fusionaron.

Imperial se acercó a Altadis aprovechando la debilidad de la empresa hispano-francesa tras la subida de los impuestos sobre el tabaco
El valor en Bolsa de Altadis en 1999 era de 4.500 millones y cierra 2007 en los 12.600 millones que pagará Imperial por el 100% del capital

A principios de 2007, con la oferta de Japan Tobacco sobre Gallaher en curso, la consolidación del mapa tenía más sentido que nunca. Las grandes empresas del sector concentran principalmente su actividad en Europa Occidental, donde los mercados son muy maduros en volumen y existen fuertes restricciones publicitarias y de consumo, a lo que se añade una elevada presión fiscal y un estrujamiento creciente sobre los márgenes.

En este contexto general, la situación del sector en España era muy complicada: las consecutivas subidas en los impuestos especiales decididos por el Gobierno entre septiembre de 2005 y febrero de 2006 (hasta tres veces en seis meses), junto a la guerra de precios desatada en el sector a principios del año pasado, provocó que los fabricantes pasaran a vender sus principales marcas a los mismos precios que en verano de 2005.

Erosión de resultados

La erosión de los resultados y de los márgenes no se hizo esperar. Los ingresos netos procedentes de los cigarrillos disminuyeron alrededor del 30%. Y al mismo tiempo se acentuó la, cada vez mayor, presión regulatoria con la entrada en vigor, el 1 de enero de 2006, de la ley antitabaco.

Como consecuencia de todo ello, las ventas y la rentabilidad de Altadis mostraron un fuerte descenso en el mercado español, que lastraron de forma considerable las cuentas del ejercicio 2006 y colocaron a la compañía en una posición de debilidad.

Pronto fue señalado este aspecto por el mercado, de lo que Imperial tomó nota. La compañía británica, que tenía una escasa presencia en nuestro país y que no se había visto especialmente afectada por los acontecimientos acaecidos en España, vio el campo abierto. Al mismo tiempo, se veía favorecida por la previsible falta de competidores en el proceso por parte del resto de principales compañías multinacionales: Philips Morris podría tener graves problemas de competencia, BAT estaba ocupada en su programa de crecimiento orgánico y Japan Tobacco, en la adquisición de Gallaher.

En febrero de 2006, Altadis decidió acometer con celeridad una serie de medidas para la obtención de ahorros de costes que contribuyeran a paliar ese impacto económico. No consiguió evitar, sin embargo, la llegada de la empresa inglesa.

El 14 de marzo, Imperial ofreció 45 euros por acción; un mes más tarde, 47. Ambos precios fueron rechazados por Altadis. Los fondos de capital riesgo CVC y PAI ofrecieron en mayo 50 euros. PAI se retiró de la puja antes de que finalizara ese mes. El 18 de julio, Imperial Tobacco presentó su OPA a 50 euros, es decir, 12.600 millones por el 100% del capital.

Precio adecuado

El Consejo de Administración de Altadis aprobó por unanimidad su informe sobre la oferta. El informe en cuestión, atendiendo al asesoramiento financiero recibido de Credit Suisse, JPMorgan, Merrill Lynch y Rothschild, consideró que el precio ofrecido por Imperial Tobacco era "adecuado desde un punto de vista financiero", calificó la oferta de "atractiva" y la recomendó a sus accionistas, en ausencia de otras ofertas.

El Consejo acordó también convocar una Junta General Extraordinaria de Accionistas, que se celebró el 18 de diciembre, para modificar el artículo 24 de sus estatutos sociales en el sentido de eliminar la limitación al número de votos que cada accionista de Altadis puede emitir en una Junta General. Era una condición pedida por Imperial y que se aprobó por amplia mayoría.

Imperial Tobacco se va a encontrar una empresa que a pesar de la complejidad de la situación, con la incertidumbre interna que provoca un proceso corporativo como el vivido por Altadis, ha conseguido, bajo la dirección de Antonio Vázquez, remontar el vuelo en 2007. Vázquez es considerado por los analistas como el artífice del liderazgo mundial de Altadis en el negocio de los puros.

El interés suscitado por la adquisición de Altadis ha permitido que la acción se haya revalorizado en 2007 un 26,1%, teniendo en cuenta el precio de 50 euros ofrecido por Imperial y el cierre de la cotización a fecha de 31 de diciembre de 2006, que fue de 39,65 euros.

Desde su creación, la cotización de la compañía ha pasado de los 14,20 euros por acción a finales del año 1999 a los 50 euros, con una revalorización media anual superior al 17%, a sumar al rendimiento obtenido por los accionistas a través de una de las políticas de dividendos generosa.

Durante los nueve primeros meses de 2007, la compañía ha conseguido recuperar el crecimiento orgánico en sus tres unidades de negocio (cigarrillos, cigarros y logística) como resultado de las iniciativas desarrolladas en 2006 y 2007 para fortalecer el negocio y reducir costes.

Los resultados de 2007, recuperando la senda del crecimiento, serán muy parecidos a los del año 2005. Los analistas consideran que las decisiones fiscales han allanado el camino para la OPA de Imperial y que hubiera podido seguir su marcha en solitario.

Altadis se creó a finales del año 1999, producto de la fusión entre Tabacalera y Seita, con un valor en Bolsa de poco más de 4.500 millones de euros y un EBITDA algo inferior a los 700 millones. El nacimiento de Altadis permitió acometer inversiones en las tres líneas de negocio.

Así, se ha invertido más de 3.000 millones de euros en la compra, entre otras, del 50% de Corporación Habanos, el monopolio marroquí de tabaco (Régie des Tabacs), la primera compañía de distribución de tabaco de Italia (Etinera) y la mayor empresa independiente de cigarrillos de Rusia (Balkan Star). Altadis cuenta con presencia en 35 países con una plantilla de 27.000 empleados. Su futuro está en manos de Imperial.

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