Camps estudia mover el banquillo

La dirección valenciana del PP se ha hartado, hasta la fecha, de decir que su prioridad era hablar de proyectos e ideas. Y no de candidatos, de los que el PP asegura estar sobrado. Sin embargo, a medida que se acerca el momento de confeccionar las candidaturas el nerviosismo se ha ido apoderando de un buen número de altos cargos populares.

En la cúpula se empieza a dar por hecho que el presidente regional, Francisco Camps, no resistirá la tentación de aprovechar las listas de las elecciones generales para mover el banquillo. Y que los cambios repercutirán finalmente en la composición del Consell nombrado el pasado verano y en el grupo popular de las Cortes Valencianas, pendiente de remodelación.

Tres son los criterios que condicionan la confección de las candidaturas que previsiblemente se darán a conocer a mediados de enero.

- La fidelidad. Tal y como ya sucedió en las candidaturas a las Cortes Valencianas y en las municipales, Camps necesita contar con un grupo de diputados y senadores fiel, sobre todo si al final no se alcanza el Gobierno y se abre la batalla por la sucesión de Mariano Rajoy. Ello hace suponer que Camps hará una limpia de zaplanistas, especialmente en las circunscripciones de Alicante y Valencia. Con este criterio es prácticamente imposible que el actual portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, repita como cabeza de lista por Valencia. El expresidente de la Generalitat, presumiblemente, entrará en la candidatura por Madrid entre los cinco primeros puestos.

- Juan Costa elige. El ex ministro de Aznar, Juan Costa, condiciona la candidatura por Castellón. Flamante coordinador del programa electoral del PP y hombre de confianza de Mariano Rajoy, Costa puede decidir entre repetir como cabeza de lista por Castellón o bien entrar en la candidatura por Madrid en un puesto discreto pero de elección segura.

- Amistad y política. Francisco Camps llegó al Consell en 2003 acompañado de los dos amigos con los que más horas ha dedicado a la política: Esteban González Pons y Gerardo Camps. El primero pronto asumió el papel de portavoz, el segundo el control de las cuentas del Consell.Tras una primera legislatura convulsa, las cosas han cambiado sustancialmente en la segunda legislatura comandada por Francisco Camps. Nadie discute ya el liderazgo del presidente regional del PP y de la Generalitat.

Paradójicamente, la consecuencia de la nueva etapa de estabilidad ha sido la salida de González Pons del Consell y la pérdida de poder de Gerardo Camps, que a punto estuvo de quedarse fuera de las vicepresidencias.

Ahora todo el mundo cree verosímil la inclusión de ambos en las candidaturas a las generales. Si el vicepresidente económico va en las listas, el Consell se remodelará obligatoriamente. Si González Pons, actual portavoz del Grupo Popular en las Cortes, es incluido, la remodelación en el grupo parlamentario será de más calado de lo esperado.

El PP nacional tiene previsto hacer públicas sus candidaturas tras la disolución de las Cámaras el próximo 14 de enero. Hasta entonces los afectados sólo esperan a que sus deseos de año nuevo se cumplan.