Los gestores purgan sus carteras

La despedida del ejercicio bursátil amenaza con traer consigo una purga importante en las carteras, sobre todo en lo referente al sector inmobiliario, que ayer resultó el más castigado en la Bolsa española.

El Ibex 35 cedió el 0,22% después de una apertura positiva y una progresiva presión del papel sobre los valores inmobiliarios. Al final de la sesión quedó en 15.256,20 puntos, gracias a la ponderación de los grandes valores, que lograron mantener un precario equilibrio con las caídas del resto.

Para medir con más exactitud en qué tipo de valores presionó el papel, basta con echar un vistazo al comportamiento de los otros dos índices Ibex, el de los valores medianos, que bajó el 0,88%, y el de los pequeños, que perdió el 1,98%.

Si los inversores esperaban alguna ayuda del exterior, ésta quedó cortada de raíz tras el brutal atentado en Pakistán, que puede desestabilizar aún más la zona. La Bolsa de Nueva York fue perdiendo altura progresivamente y a media sesión ya bajaba el 1,26%, aunque también ese descenso estaba relacionado con la publicación de la cifra aproximada de pérdidas de la banca estadounidense por la crisis de las hipotecas, que se estima en 97.000 millones de dólares, en torno a 66.500 millones de euros.

Los indicadores económicos publicados ayer en Estados Unidos eran medianamente optimistas, con un inesperado incremento de la confianza de los consumidores en diciembre y una ligera subida de los pedidos de bienes duraderos de noviembre, que subieron el 0,1% frente a la caída del 0,4% de octubre.

Esos datos pasaron inadvertidos ante el cariz de los acontecimientos externos que, casi de forma automática, provocaron fuertes subidas en el precio del petróleo.

La contratación en el Mercado Continuo descendió ante la resistencia de muchos inversores a asumir riesgos a estas alturas y en medio de una acumulación de jornadas festivas poco habitual en la Bolsa española.