Cajasol se cobra su primera víctima a los 8 meses de la fusión

"Pérdida de confianza", "necesidad de dar un impulso a los temas operativos de la caja", "fallos en la integración real de las entidades fusionadas". Éstos son algunos de los argumentos señalados por distintas fuentes del Consejo de Administración de Cajasol, que ayer, en sesión extraordinaria, decidió por unanimidad destituir de su cargo al director general José María Ramírez Loma y designar, en funciones para ese puesto, al actual subdirector general de Relaciones Institucionales de la entidad, Francisco Javier Romero.

Las mismas fuentes señalaron que el nuevo director general será nombrado durante la primera quincena de enero y que será una persona del sector financiero andaluz y que no pertenece a Cajasol.

Ayer, tanto la decisión de destituir a Ramírez como la de elogiar y agradecerle su labor fueron tomadas por unanimidad en el seno del Consejo de Administración. Pero a la hora de señalar los motivos por los que se le cesaba, éstos eran diversos, algunos incluso contradictorios, y para colmo hubo hasta quien se exculpó de haber pedido la cabeza del director general de la entidad antes de que se le señalara.

Lo cierto es que, en la última asamblea general, Comisiones Obreras presentó 3.000 firmas de descontento de la plantilla con el proceso de fusión. Algo que pudo precipitar la decisión del presidente de la entidad, Antonio Pulido, quien no lo tuvo fácil para convencer a su partido, el PSOE, del relevo y que tendrá ahora que afinar con la elección del sustituto.

El destituido José María Ramírez gozaba de la confianza del Banco de España tras la gestión realizada en Caja San Fernando bajo el mandato de Alfredo Pérez Cano. La regularización realizada en El Monte, de la mano de Bueno Lidón, primero y de Pulido, hasta la fusión, no convenció sin embargo de igual forma al organismo emisor, que mantiene una estrecha vigilancia sobre la entidad.