De la Red toma el mando

El Getafe, después de un inicio de temporada inquietante, afrontará el parón navideño con la sensación de que ya ha pasado lo peor. El equipo de Michael Laudrup ha ido reafirmando su ideario a cada paso. Sigue faltando contundencia en los últimos metros, en los que sea cual sea la pareja de delanteros que el técnico danés ponga en liza, no acaba de funcionar. Pero la apuesta por el fútbol de toque es innegociable. Con esa convicción salió de los puestos de descenso y logró el pase a los dieciseisavos de la Copa de la UEFA. Y con ese mismo estilo se impuso ayer al Almería, que se acerca a zona peligrosa.

No son equipos muy distintos, los de Laudrup y Unai Emery. Tienen buen gusto para jugar la pelota y carecen, sin embargo, de eso que unos llaman sentido táctico y otros, simplemente, picardía. Dirimen sus partidos sin dejar lugar a la pausa. Se lanzan al intercambio de golpes y no reparan en las consecuencias. De tan noble choque salió victorioso el Getafe porque, a falta de pegada arriba, tiene un centro del campo con más calidad. Especialmente crecido se advierte a De la Red, que en el Getafe parece haber reclamado los galones para sí y se enseñoreó frente al conjunto andaluz.

Se lo puso fácil el Almería, que fue un desastre tirando el fuera de juego. De la Red dio un recital de pases que Pablo Hernández y Braulio se empeñaron en estrellar una y otra vez en el cuerpo de Alves, el portero del Almería. Tuvo que ser Licht, el lateral izquierdo, el que marcara el primer tanto. El Getafe no supo abrochar el encuentro y el Almería a punto estuvo de empatar, de no ser porque a Kalu Uche se le anudaron las piernas en boca de gol. Y entre Granero, que sacó la falta, y De la Red, que rozó el balón con el flequillo, cerraron el choque.