El Getafe cumple sin inmutarse

Puede que el Getafe afronte la Copa de la UEFA sin mucha convicción. Un torneo que, entre los viajes y con un calendario tan apretado, puede resultar un engorro, sobre todo en esta primera y destemplada fase. Pero con la victoria ante el Anderlecht los de Laudrup pasan a los dieciseisavos como primeros de grupo. Esquivan para esa eliminatoria, ya a doble partido, a los equipos que ahora se incorporan de la Liga de Campeones y se aseguran que la vuelta la jugarán en casa, probablemente ante un rival de poca entidad.

Aunque quizá no tan poca como la del Anderlecht. Los belgas no son ni la sombra de aquel equipo de los años setenta y ochenta. Pablo Hernández se bastó. Primero, en un golpe de suerte, con un disparo suyo que el central Van Damme, como si de su homónimo cinematográfico se tratara, desvió a la red con una estética patada voladora. Después, el de Castellón le sirvió a Celestini el segundo gol. El que cerró el choque y quizás haga despertar el hambre del Getafe por esta competición.