El Madrid piensa en otra cosa
El gol del Alicante obliga a reaccionar al equipo de Schuster, que jugó con displicencia
El Madrid resolvió en Alicante un partido que encaró con desidia. Empató cuando puso un poco de interés. Simplemente. Hasta entonces cedió terreno y se dedicó a dosificarse o a dejarse llevar por la imaginación hasta el Camp Nou, donde el domingo le espera el Barça.
El Alicante provocó faltas de todo tipo alrededor del área de Dudek. Las luces de alarma se fueron encendiendo desde el primer minuto. El peligro avanzaba ante los ojos inquietos de Heinze y Metzelder. Como la tormenta. Metro a metro. Hasta que llovió. Un jugador del Alicante fue derribado en el área y el pleito pasó de los gestos a las acciones.
El gol vino por donde se le esperaba. Después de una falta lanzada por Cañadas. Cañadas se había cansado de poner balones en la olla o de medir los reflejos de Dudek directamente. Esta vez Dudek tembló. El balón salió mal rechazado y Álvaro lo recogió y entró en el área, abriéndose, en dirección a la línea de fondo. La jugada parecía condenada. Pero Drenthe la revivió. Arrolló a Álvaro con estrépito. El árbitro pitó penalti. Borja marcó y los jugadores del Madrid descubrieron que tendrían que jugar. Una mala noticia para unos cuantos.
ALICANTE 1 - REAL MADRID 1
Alicante: Ricardo; Germán, Catalá, Malo, Cañadas; Álvaro (Luis Gil, m. 73), Azkoitia, Alan, Tito; Joan Tomás (Capi, m. 70) y Borja (Bosque, m. 79). No utilizados: Unanua; Cavas, Mario y Urbano.
Real Madrid: Dudek; Salgado, Metzelder, Heinze, Torres; Gago, Drenthe (Balboa, m. 68); Guti; Higuaín (Soldado, m. 77), Saviola y Robben. No utilizados: Codina, Marcelo, Pepe, y Sneijder.
Goles: 1-0. M.60. Borja bate a Dudek de penalti, cometido por Drenthe. 1-1. M. 90. Balboa remata de cabeza un córner sacado por Gago.
Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Álvaro, Guti, Gago y Capi.
Unos 28.000 espectadores en el estadio Rico Pérez de Alicante.
El gol sacó al Madrid de la displicencia. El caso más sorprendente fue el de Robben, que hizo su primer regate en el minuto 80. Se le supone un extremo, pero hizo todo lo posible por evitar a Malo, su marcador. La trayectoria alicantina de Robben sintetizó el juego del Madrid. Desapasionado, sin rigor, victimista, se dejó llevar por la inercia. El gol de Álvaro actuó como un estimulante.
Entonces, Robben empezó a encarar, Saviola buscó el desmarque y Torres ganó un punto de agresividad. Guti y Heinze abanderaron la reacción. Guti asumió la responsabilidad del mando. Lo hizo sin dejar de pedir el balón en una noche difícil para estos empeños.
Guti culminó el trámite lanzando una falta templada a la cabeza de Balboa. El empate se acomodó a los intereses del Madrid y a su estado de ánimo.
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