Clasicismo y modernidad

La Bella Durmiente del Bosque, pieza clásica estrenada un 3 de enero de 1890 en San Petersburgo, sigue ganando la batalla al paso del tiempo. Con ligeras modificaciones para adaptarlo a los tiempos modernos, este ballet con música de Tchaikóvski, sigue atrayendo al público allá por donde vaya. La universalidad de esta historia de amor es la clave de su eterna juventud. Goyo Montoro, que ha protagonizado tres versiones diferentes del cuento de Perrault como bailarín, dirige ahora una nueva versión de La Bella Durmiente. Su intención: ser fiel a la historia tradicional añadiendo elementos que estimulen la curiosidad del espectador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El giro del PP con Vox: de prometer no gobernar con la extrema derecha a normalizarlo tras el resultado en Extremadura
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social




























































