La huelga del bus colapsa Alicante

La segunda semana de huelga de la empresa concesionaria del transporte interurbano de Alicante, La Alcoyana, sumió ayer de nuevo en un formidable atasco los accesos norte de la ciudad -la avenida de Dénia- y la conexión con la Universidad de Alicante y la vecina localidad de Sant Vicent del Raspeig. La movilización, que comenzó ayer y se prolongará hasta el viernes, afecta a alrededor de 70.000 usuarios diarios. La reducción de las unidades del transporte público metropolitano redujo considerablemente las frecuencias de los vehículos, que obligó a los clientes a triplicar el tiempo de espera. Algunas líneas, como la 25 -que enlaza la partida de Villafranqueza con la capital- llegó a rozar la hora y media de frecuencia.

Por la mañana, una delegación de la firma adjudicataria se personó, megáfono en mano, al acto de presentación de la Volvo Ocean Race, ante la presencia del presidente del Consell, Francisco Camps, el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, y el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi. El primer edil se comprometió a recibir a los trabajadores el próximo viernes. Los movilizados exigían a las autoridades la mediación en el conflicto. (La empresa quiere equipar sus condiciones laborales a la de los trabajadores del transporte urbano, Masatusa, del mismo grupo que La Alcoyana). Hoy, los trabajadores se manifestarán por las calles de la ciudad.