Un rebelde inteligente

Hace sólo una década, el cuarto de los seis hijos de Rupert Murdoch -habidos de tres matrimonios- era conocido como la oveja negra de la familia, el más inteligente, pero también el más rebelde. En Harvard estudió cine, hizo películas animadas y su padre acabó rescatándolo de un sello discográfico de hip hop para llevarlo a la órbita de sus negocios. Recién cumplidos los 35 años, James Murdoch acaba de erigirse en una de las figuras más poderosas del mundo empresarial y se perfila como virtual sucesor del patriarca.

El cuartel general de News Corporation anunciaba el pasado día 7 que James Murdoch toma el control de sus operaciones en las islas Británicas, el resto de Europa y Asia. Bajo su égida estarán Sky Italia, la red televisiva asiática Star y, sobre todo, el grupo de prensa más poderoso del Reino Unido, News International, que engloba las cabeceras de The Times, The Sun, sus respectivos dominicales y el gratuito The London Paper. El mundo político británico ha tomado buena nota, pero Murdoch Jr. no parece dispuesto a casarse con nadie. Aunque se le presumen convicciones liberales, y su obsesión por las causas medioambientales es bien conocida, su aproximación a los negocios y la política es aséptica e imparcial, frente a la línea ultraconservadora que su progenitor ha plasmado en la cadena estadounidense Fox.

A Rupert Murdoch le fascina el juego del poder; su hijo es un ejecutivo poco dado a la vida social que dedica las escasas horas extralaborales a su mujer y dos retoños en su mansión de Londres. Aquí recaló en 2003 como consejero delegado de British Sky Broadcasting, el canal por satélite de pago (participado por News Corp con el 39,1%) que ya roza los 8,5 millones de suscriptores y que ha transformado en una plataforma multimedia. El éxito de su gestión en BSkyB -donde ahora releva a su padre como presidente no ejecutivo- convenció al magnate para afianzarlo como su heredero, aunque sólo después de la espantada del mayor de los hijos varones, Lachlan, hace dos años.

A sus 76 años, Rupert Murdoch lleva las riendas de un imperio que aglutina decenas de diarios, publicaciones, televisiones, unos estudios de cine y el sitio de Internet MySpace. La adquisición de Dow Jones, editora del Wall Street Jornal, le ha procurado nuevos bríos y aún no parece dispuesto a ceder el cetro. El movimiento de fichas en el tablero de News Corp responde a su ambición de que, en un futuro, todo siga quedando en familia.