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Radares, armas, yates y hachís en la costa de Valencia

Desarticulada una sofisticada red que introducía droga desde Marruecos

Atraparlos no ha sido fácil. Los 12 integrantes de una red que introducía hachís en España a través de una playa de Valencia formaban un equipo dotado de sofisticados medios para eludir a la policía: radares de última tecnología para detectar en alta mar la presencia policial, embarcaciones de lujo y equipos de vigilancia en tierra y mar para anticiparse a cualquier actuación policial o, en el peor de los casos, para ganar tiempo y deshacerse de la droga. Además, la banda había elegido una de las playas de Valencia con más dificultades de acceso, La Almabraba, en Oliva, para zafarse de la presión policial y controlar más fácilmente los movimientos de cualquier intruso.

El capo, Luis Fernando M. M., apodado Lucas, ha sido capaz de desembarcar toneladas de hachís trasladadas por mar desde Marruecos. Desde julio, la policía le seguía los pasos. A principios de esta semana, un helicóptero de Vigilancia Aduanera localizó la embarcación de 13 metros de eslora Aroha, procedente de Marruecos, a cinco millas de Oliva, en plena operación de trasvase de fardos de hachís a otros dos barcos.

Agentes de la Brigada Central de Estupefacientes, junto con los Grupos de Respuesta Especial al Crimen Organizado de Levante y con la colaboración de Comisaría de Dénia, el Grupo de Operaciones Especiales de la Jefatura de Policía de Valencia y la Agencia Tributaria se incautaron en plena noche -no ha sido precisada la fecha, porque la operación, denominada Kika, sigue abierta- de 140 fardos de hachís, 4.200 kilos, que iban a ser transportados a tierra.

Lucas disponía un perímetro de seguridad alrededor de la nave nodriza. Otras dos embarcaciones rastreaban cualquier presencia policial con la ayuda de radares, para poder dar la alerta con el tiempo suficiente y permitir esconder la droga. El camino de las embarcaciones hacia la costa también estaba custodiado por otras lanchas. En tierra, la zona de La Almadraba era peinada desde horas antes del desembarco. Los delincuentes utilizaban coches de gran cilindrada, capaces de circular por lugares de difícil acceso.

Después de que el helicóptero frustrara la descarga, la policía se incautó de 59 fardos de hachís en un barco y abordó otra nave, que se había averiado, y en la que había 81 fardos más. Los agentes registraron tres viviendas: en Xàbia y Dénia (Alicante), y en Torrent (Valencia), donde encontraron un subfusil, munición, siete vehículos de lujo, joyas, dinero y documentos.

Varios policías, durante el asalto a una de las viviendas de la organización.
Varios policías, durante el asalto a una de las viviendas de la organización.DGP

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