"San Juan sintetiza las tres culturas"
Tal día como hoy, un 14 de diciembre, pero de 1591, moría en Úbeda (Jaén), Juan de Yepes y Álvarez, San Juan de la Cruz, que ha sido llamado príncipe de los místicos. Desde hace 30 años se celebra en esta joya del Renacimiento andaluz la Semana Sanjuanista para rendir tributo al poeta carmelita. Pero este año, además, tiene lugar la primera Reunión Científica Internacional con los principales investigadores sobre la poesía y el pensamiento sanjuanista y que dirige el profesor y escritor cordobés Antonio José Mialdea. Entre los participantes está Luce López-Baralt (San Juan de Puerto Rico, 1944), académica de la lengua española y una autoridad indiscutible en explorar por qué su mística y espiritualidad están tan vinculadas con el pensamiento de Oriente.
Pregunta. ¿Cómo descubrió la poesía de San Juan de la Cruz?
Respuesta. La descubrí tarde porque en la Universidad de Puerto Rico y también en Madrid no me lo enseñaron, había una precaución hacia ese poeta tan extraño. Cuando lo leí sola por vez primera era como si un rayo me hubiera explotado en los pies, me pareció un poeta que no tenía nada que ver con los autores del Siglo de Oro, un poeta de ruptura, nada que ver con Virgilio, con Horacio, era algo nuevo, y me enamoré de su poesía inmediatamente. Tuve la suerte de que mi director de doctorado me permitió escribir la tesis sobre por qué San Juan de la Cruz era un poeta tan misterioso y, sobre todo, que no forma parte del canon al uso, ni grecolatino, ni renacentista. Es el poeta más sublime de la literatura española, pero también el más misterioso.
P. ¿Y cuándo empezó a investigar su vinculación con Oriente?
R. Yo tenía desde pequeña gran afinidad a la literatura árabe por razones misteriosas, y a los 15 años empecé a aprender el árabe sin haberlo escuchado jamás. En una ocasión me visitó una amiga de Bagdad, le empecé a hablar del lenguaje de San Juan de la Cruz y ella me dijo que todo lo que era tan raro para los occidentales era muy familiar para ellos, pues los poetas sufíes ya escribían así. Me dieron una beca para ir a la Universidad de Beirut, y ahí empecé a estudiar misticismo y concluyo que lo que me enamoró tanto de San Juan de la Cruz era lo que había en él de oriental.
P. ¿Por qué esa conexión con la poesía sufí?
R. Los libros de visitas a cátedras demuestran que, en tiempos de San Juan de la Cruz, se enseñaba en Salamanca hebreo, caldeo y arábigo, es decir las tres lenguas. Lo más importante es que él estuvo cerca del espíritu libérrimo de esas lenguas semíticas con varios significados simultáneos, lo que da pie a que la poesía que se escribe en hebreo o en árabe sea muy abierta y ambigua.
P. ¿Está vigente la poesía de San Juan de la Cruz?
R. Sí, por muchas razones. La primera porque ya fue valorado en el siglo pasado como uno de los poetas contemporáneos, el francés Paul Valery lo lee como si fuese un poeta simbolista y surrealista y hace que los poetas de la Generación del 27 viesen a Juan de Yepes como un poeta muy afín al siglo XX. De otro lado, al ser un poeta de amor humano y divino es capaz de ser leído en todos los registros, es decir, se puede leer en un ámbito profano o simplemente humano, y al que le interese la espiritualidad desde el punto de vista místico. No cabe duda de que es un poeta más flexible para ser leído y para ser actualizado que muchos otros que le fueron contemporáneos en el siglo XVI.
P. ¿Qué le queda por explorar de la poesía sanjuanista?
R. Todo, porque es una poesía inagotable, pero sobre todo cómo es posible una transmisión cultural de este tipo entre Oriente y Occidente.
P. ¿El pensamiento de San Juan de la Cruz podría servir de puente entre culturas en unos tiempos tan convulsos como los que vivimos?
R. Claro que sí, creo que es el momento de leer a San Juan de la Cruz porque en él se conjuga algo muy bello como es la España de las tres castas y las tres culturas. Hoy que están sobre el candelero los musulmanes, los hebreos y los occidentales, San Juan de la Cruz es la síntesis de todo eso, pero la síntesis feliz y armónica, porque en él conviven las tres culturas de una manera prodigiosa. Es ejemplar y el poeta español por excelencia.
P. Muchos autores definen su poesía como místico-erótica.
R. San Juan se ha leído desde dos polos: poeta místico, pero en general tratando de ponerle sordina a la parte erótica. En mis libros he tratado de aportar una visión más armónica de la obra del santo porque él, como si fuese un pensador oriental e incluso místico-musulmán, homologa el cuerpo y el alma en la poesía.
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