Tremendo Liverpool

Respondió el Liverpool a las exigencias de la noche y a su grandeza sin pestañear (0-4). A los diez minutos ya tenía encarrilada la victoria. Torres, que marcó un gol precioso, el segundo, por lo potente y estético de la jugada, ayudó lo suyo. El equipo red se deshizo del Olympique de Marsella y certificó su clasificación para octavos de la Champions, después que los pronósticos de hace un mes le abatieran antes de tiempo. También pasó ronda el Oporto, el Schalke y el Olympiakos, que le endosó tres goles al Werder Bremen (3-0).

Después de contabilizar un punto en los tres primeros partidos de la liguilla, el Liverpool parecía destinado al fracaso. Se presumía, incluso, que la eliminación europea supondría la destitución del técnico Rafa Benítez, que tiene relaciones turbulentas -algunos diarios británicos apuestan por su despido y otros predicen que recibirá una millonada para remodelar el plantel- con los nuevos propietarios del club, los estadounidenses Gillet y Hicks. Un soberbio 8-0 al Besiktas turco y un expresivo 4-1 al Oporto voltearon la situación. Tanto que con la victoria de anoche sobre el Marsella selló su pase para la siguiente ronda.

El equipo de Benítez ha marcado 16 goles en los tres últimos partidos europeos

Un penalti a las primeras de cambio de Givet, que repartió más patadas que pases en el partido, propició el primer tanto inglés. Gerrard lo lanzó, Mandanda lo detuvo a brazo cambiado, y el rechace, dócil y en boca de gol, lo remachó el propio Gerrard. Instantes después, Kewell asistió a Torres, que llegó desde la segunda línea como un cohete. El delantero español amagó con la cintura, dribló a dos adversarios y batió al portero con un disparo de puntera, raso y cruzado. De un plumazo, Torres cerró las dudas sobre su estado físico -en el último partido liguero ante el Reading se retiró por molestias- y derrocó al Marsella, que salió de inicio sin Nasri, el cerebro, y Cissé, el olfato.

El Liverpool, que completó la goleada con los goles de Kuyt y Babel, pasa como segundo del Grupo A tras la estela del Oporto, que batió al Besiktas (2-0) en su estadio gracias a los goles de Lucho González y Quaresma.

También celebró el Olympiakos una clasificación histórica en el Grupo C: no sólo venció al Werder Bremen alemán, considerado un equipo puntero en la Bundesliga y con jugadores tan determinantes y de la talla de Diego, sino que con las dianas de Kovacevic y Stoltidis (2) le alcanzó para jugar los octavos de final, una ronda que no conocía desde hace diez temporadas. Queda como último del grupo el Lazio, italiano, que cayó abultadamente ante el Madrid.

Certificado el pase del Chelsea como líder del Grupo B -ayer empató a cero con el Valencia en un partido para él intrascendente-, se disputaban el otro puesto el Schalke y el Rosenborg. Lo obtuvo el conjunto alemán, que se impuso al noruego (3-1) con goles de Asamoah, Rafinha y Kuranyi. De nada sirvió la réplica de Koné. Y de nada se enteró el Marsella en el Vélodrome, donde el Liverpool, campeón de la Champions en 2005 y subcampeón el curso anterior, alargó su idilio con Europa.

Golazo de Fernando Torres

Resumen de la Champions