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Crónica:Liga de Campeones: acaba la primera fase
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid baila con el Lazio

El equipo de Schuster arrolla a su rival en un suspiro y cruza a los octavos de final como primero de grupo

José Sámano

Llegado el día más importante en lo que va de curso, el Madrid no titubeó. Primero bailó sobre el Lazio y luego, resuelta la faena, se tiró en la hamaca. Frente a un adversario de plastilina, el equipo español resolvió el partido en un suspiro. Sin tregua alguna, impuso el vigor y la descomunal pegada que le caracteriza esta temporada y al Lazio se le vieron todas las costuras. Por mucha etiqueta italiana que le cuelgue, hoy la convulsa escuadra lazial no es más que una sociedad escuálida, sin tesorería ni futbolistas. Un grupo de teloneros sin pedigrí para medirse al equipo de Schuster, que, pese a algunas asimetrías en su juego, festejará probablemente la Navidad como líder de la Liga y primero en su grupo de la Champions. Y no es una cuestión menor. Con su goleada al Lazio, el Madrid evitará en los octavos de final a buena parte de la aristocracia europea: Manchester United, Chelsea, Milan e Inter no podrán ser sus rivales. El Barça y el Sevilla, por su paisanaje, tampoco.

REAL MADRID 3 - LAZIO 1

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Marcelo; Baptista, Diarra, Sneijder (Guti, m. 46); Raúl, Van Nistelrooy (Higuaín, m. 72) y Robinho (Robben, m.46). No utilizados: Dudek; Torres, Gago y Saviola.

Lazio: Ballotta; Scaloni, Siviglia, Cribari, Silvestri; Mundigayi, Meghni (Manfredini, m. 62), Ledesma (Baronio, m. 46), Mutarelli; Rocchi y Pandev (Makinwa, m. 81). No utilizados: Muslera; Stendardo, Mauri y Zauri.

Goles: 1-0. M. 12. Baptista, desde la frontal del área. 2-0. M. 15. Raúl, de cabeza, a centro de Robinho. 3-0. M. 35. Robinho, en el área pequeña, a pase de Van Nistelrooy. 3-1. M. 80. Rocchi levanta la pelota ante la salida de Casillas y Pandev remata en boca de gol.

Árbitro: Busacca (Sui.). Sin amonestados.

74.634 espectadores en el Bernabéu.

Convencido de cuál es su línea defensiva y sin la más mínima duda sobre el trío ofensivo, Schuster sigue a la búsqueda de un centro del campo estable. Estos días es el turno de Baptista, rescatado de las tinieblas cuando ya le gestionaban su salida en el rastrillo invernal. Con el brasileño el Madrid gana a un culturista para el eje y añade dinamita frente a la portería contraria. Un jugador notable para tener en nómina, muy capaz para desatascar partidos. Como el de anoche, cuando recién iniciado el asalto se descolgó al pie del balcón del área lazial y ejecutó al eterno Ballotta con un disparo poderoso y preciso. Demasiado para un portero de 43 años, que, al borde de la jubilación, pasó una noche de perros en Chamartín. El tanto de Baptista sepultó al Lazio, que se sintió vulnerable sin remedio. El Madrid, advertido, decidió liquidar el encuentro sin demora. En tiempos no muy lejanos se habría tapado las cejas junto a Casillas para administrar el resultado. Hoy tiene otro perfil, ha cambiado de ideario. Nadie mejor que Raúl para contagiar energía al resto de la tropa.

El capitán vive de nuevo en éxtasis. Nada se le resiste y lo mismo marca de falta directa que se impone de cabeza a una defensa italiana, con lo que eso supone desde el cavernario futbolístico. Primero, en plena avalancha madridista, con el Lazio empotrado, remató al palo izquierdo de Ballotta. Pero Raúl siempre vuelve, terco como es, y unos minutos después su cabezazo fue gol. El 59º que marca en la Liga de Campeones, torneo en el que ya tiene preferencia en su friso principal. A este Madrid no le inquieta aceptar un intercambio de golpes con cualquier equipo. Tras un año de amarre, se siente liberado -Raúl, el primero- y la plantilla es consciente de su enorme potencial ofensivo. Raúl, Robinho -autor del tercer tanto- y Van Nistelrooy acuden siempre puntuales a su cita con el gol. Además, frente a rivales como el Lazio, no importa que el equipo se deshilache por el medio. Libra por libra, el Madrid es mejor en todas las líneas. Ante los italianos, Schuster concedió el control a Sneijder, que tuvo apuntes positivos en San Mamés, y prescindió medio tiempo de Guti. El holandés no fue el de Bilbao. Otra vez no dejó huella. Cuando el técnico alemán dio vuelo a Guti, el partido ya era comatoso. Salvo para Raúl, que no tiene freno, que no especula con nadie.

Desnudado el Lazio y garantizado el primer puesto del grupo, el Madrid se tomó el segundo acto con cierto aire funcionarial. Chamartín lo entendió y las butacas se vaciaron mientras el equipo italiano maquillaba al final el resultado ante la parsimonia madridista. La parroquia se perdió el penalti detenido por Casillas y alguna incursión de Robben en su puesta a punto por la orilla izquierda. El partido se había cerrado una hora antes. Cuando quiso el Madrid.

La victoria por 3-1 frente al Lazio le permite clasificarse como primero de su grupo.Vídeo: CNN+

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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