"No entiendo por qué no hay paz"

La afición del Valencia está que trina. La mala imagen del equipo en las últimas fechas, la eliminación en la Liga de Campeones y la goleada que le infligió el Athletic la pasada jornada (0-3) han agravado la crisis de un equipo que esta temporada no acaba de sintonizar con su hinchada. La sonrisa que esbozó su presidente, Juan Soler, justo después del partido contra el equipo vasco, captada por las cámaras de televisión, no contribuyó a calmar los ánimos. Más bien al contrario. Durante esta semana han aparecido pintadas en las paredes de Mestalla, el estadio valencianista, exigiendo la dimisión del presidente.

Ayer, Ronald Koeman, el entrenador holandés del Valencia, compareció en rueda de prensa con la intención de apagar fuegos y analizar la situación de su equipo. "Estoy convencido de que vamos a salir adelante. Necesitamos apoyo, confianza y, sobre todo, ganar un partido", afirmó el técnico, que anunció que hoy contra Osasuna (20.00, PPV) y, de ahora en adelante, su equipo abandonará el 4-4-2 para jugar con un 4-3-3. El Valencia es el menos rematador de la Liga y el holandés quiere más poder ofensivo, aunque ayer dejó fuera de la convocatoria a Zigic y Angulo por decisión técnica y a Albelda por molestias físicas.

Pese a que Koeman comprende el malestar de la afición por los resultados -"es para estar cabreado", reconoció- no comparte el modo en que algunos hinchas han exteriorizado su enfado y utilizó un símil algo enrevesado para manifestarlo. "No entiendo por qué no hay paz. No me preocupan [las pintadas]. Es como si yo tuviera un hermano borracho que va a pintar algo en el campo para salir en televisión. Lo que tenemos que hacer es preocuparnos de lo nuestro". Mucho menos hablador estuvo cuando se le preguntó por la actitud de Soler. "Sobre el presidente no puedo decir nada", zanjó.