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La vuelta al sector privado

El PP ya había asumido que el ex ministro no volvería a la política

Rajoy: "Yo tenía la información y lo dije, pero algunos no quisieron creerme"

Carlos E. Cué

La confirmación definitiva de que Rodrigo Rato no ha vuelto a España para hacer política, sino para colocarse en un puesto importante de una empresa desde el que poder mejorar su patrimonio y garantizar una buena posición a sus hijos, no pilló por sorpresa a casi nadie en el PP. Aunque algunos, muy pocos, sobre todo en su entorno, se empeñaban en no creérselo, los indicios eran muchos. El propio Mariano Rajoy ironizaba en un corrillo con la prensa: "Hombre, yo no es que tuviera suposiciones, es que tenía la información, lo que pasa es que algunos no me creían; qué le voy a hacer", señaló con una sonrisa.

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Sin embargo, fue el propio Rajoy, el rival de Rato en la sucesión de José María Aznar, quien disparó todos los rumores cuando, en una rueda de prensa, hizo gala de su tradicional ambigüedad: "Eso forma parte de conversaciones privadas; cuando haya alguna noticia, se les comunicará", señaló al ser preguntado por la posibilidad de que Rato ocupara algún lugar en las listas del PP. El entorno del ex vicepresidente desmintió después los rumores.

Ahora queda claro que Rajoy sólo podrá contar con Juan Costa, delfín de Rato, para trasladar la idea de alternativa económica al PSOE que quiere ofrecer. Rato tenía mucha más potencia electoral, pero no ha podido ser.

La sensación que quedaba ayer en los mentideros del PP es la de que Rato no ha hecho sino confirmar lo que ya se sabía, que vuelve, después de pasar toda la vida en política, al mundo de la empresa, al que se dedica la mayor parte de su familia y el que hizo conocido a su padre, Ramón Rato, propietario de la cadena Rato.

Tampoco sorprendía demasiado que haya optado por una empresa extranjera, despejando así todos los rumores que le colocaban al frente de grandes bancos o compañías energéticas españolas. "Ninguna empresa española es buena para Rato. Primero, porque las posibles tienen al frente a gente que no se quiere ir. Y segundo, porque no es nada cómodo dirigir una empresa española si has sido ministro de Economía. Lo que ha hecho es lo más lógico", señalaba un miembro del equipo económico del PP.

Lo que sí parecía un tanto extraño es que el puesto de Rato tenga sede en Londres. Sobre todo porque el ex vicepresidente, en su polémica salida del FMI dos años antes de finalizar su mandato -lo que ha dificultado la posibilidad de que otro español llegue a ocupar un cargo relevante-, alegó motivos familiares. No volvía a la política, sino a cuidar a sus hijos, insistió. Sin embargo, ahora va a trabajar en Londres.

"Está a dos horas de Madrid y con 40 vuelos diarios, mucho mejor conectado que cualquier capital de provincia", le justificaba otro diputado. De hecho, José María Michavila, representante legal de la cantante Shakira y diputado, pasaba hasta hace pocos meses buena parte de la semana en Londres. Algunos dirigentes poco amigos de Rato señalaban que, en cualquier caso, queda una sensación de improvisación en la manera en la que se ha producido todo, como si no hubiera detrás un plan estratégico, sino un repentino cambio de rumbo.

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