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Aguas de Barcelona gana 210 millones de euros con la venta de su filial Applus

Aguas de Barcelona (Agbar), Unión Fenosa y Caja Madrid formalizaron ayer la venta de la multinacional de inspección y certificación Applus, pactada a finales del pasado mes de julio.

La operación, la mayor de sus características realizada en España en los últimos dos años y que asciende a 1.480 millones de euros, pone la empresa catalana en manos de la firma de capital riesgo norteamericana Carlyle y de la sociedad Volja Inversiones, que agrupa a inversores catalanes encabezados por Caixa Catalunya. Las plusvalías que ha supuesto la venta para Agbar, que era el accionista mayoritario de Applus con el 53,1% del capital, ascienden a 210 millones de euros, informó ayer la compañía controlada por Suez y La Caixa. Ésta destinará el dinero a reforzarse en su negocio principal del agua, y también de la salud. El primer fruto de esta operación ha sido la irrupción en el mercado chino del agua, donde la empresa que preside Jordi Mercader ha suscrito un acuerdo con el grupo chino Golden State Water Group Corporation.

Las ganancias netas para Unión Fenosa ascienden a 100 millones. Las empresas han sido asesoradas en esta operación por el bufete Roca Junyent.

Pedro de Esteban, representante de Carlyle en España, presidirá Applus, ya que controlará casi el 75% de la compañía, con unos ingresos de explotación de 546 millones de euros y un resultado bruto operativo de 77 millones en el pasado ejercicio.

El grupo de inversores catalanes, que se han sumado al proyecto con las bendiciones de un Gobierno catalán incómodo con la venta de empresas catalanas a inversores extranjeros, incluye a Caixa Catalunya, Caixa de Sabadell, Caixa Manresa, Caixa Girona y los empresarios Carlos Kinder (GTD), Roman Sanahuja (Sacresa y Metrovacesa), Albert Costafreda, ex presidente de Panrico, y Juan Manuel Soler (Quadis). En principio, el presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, será uno de los vicepresidentes de Applus, junto con su hoy presidente, Ernesto Mata. El 5% del capital se reserva para remunerar al equipo directivo, dirigido por Joaquim Coello.

Los nuevos dueños de Applus deberán asumir que la empresa pierda su acaparador dominio del mercado catalán de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV), del 85% a cerca del 40%. La Generalitat está dispuesta a darles un largo periodo de transición para ello, que, si ganan las tesis de Industria, podría alcanzar los cinco años.

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