Disco duro portátil

Los discos duros siguen aumentando de capacidad y bajando el precio. El coste por gigabyte almacenado es muy económico y toda la información fácilmente transportable, ya que son un poco más grandes que una baraja de cartas y no necesitan fuente de alimentación. Se pueden llevar así en cualquier bolsa o incluso en el bolsillo y se tiene el triple de capacidad de la que cabe en un ordenador portátil de hace unos pocos meses.

Otra ventaja de los discos duros portátiles es que la información se puede proteger de accesos no autorizados mediante una contraseña, huella dactilar o similares. El consumo se ha reducido a la mitad y disponen de mecanismos antichoque que hacen más difícil que se estropeen con un golpe accidental y se pierda toda la información.

En cualquier caso, ni por precio ni por tamaño hay excusa ahora para tener siempre a mano una copia de seguridad reciente del ordenador, sea de sobremesa o portátil. Se evitan muchos disgustos, porque es muy fácil borrar sin querer el archivo más importante o, a lo peor, que te quiten el portátil en un descuido y quedarse sin equipo y sin la información. Por lo menos, se pierde sólo lo que vale el equipo, no lo que contiene.