Marion Jones, borrada de la historia
La IAAF anula los triunfos de la estadounidense por dopaje - La atleta tendrá que devolver sus cinco medallas olímpicas - La dudosa Thanou hereda el oro de los 100m en Sidney
Era cuestión de tiempo que Marion Jones, la reina de la velocidad en los Juegos de Sidney, devolviera sus cinco medallas olímpicas tras admitir en público que se había dopado para conseguirlas. Y que una de esas medallas, el oro en los 100 metros, fuera a parar a la vitrina de Ekaterina Thanou, la misma que protagonizó el mayor escándalo de dopaje, huida en moto y paso por el hospital incluidos, de los Juegos de Atenas cuatro años después. La papeleta la tiene ahora el Comité Olímpico Internacional COI), disgustado con la idea de que la medalla acabe en manos de la griega.
El drama ha venido por entregas. Cuando a principios de mes Jones admitió entre lágrimas que había recurrido a sustancias dopantes para lograr sus triunfos, la suerte estaba echada. Ayer la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) hizo oficial la descalificación de la atleta estadounidense, la anulación de todos sus resultados oficiales a partir del 1 de septiembre de 2000, una sanción por dos años que empezó a cumplirse el 8 de octubre y la exigencia de que Jones devuelva todas sus medallas y los premios asociados a ellas. Las cinco que ganó en Sidney -oro en 100 y 200 metros y el relevo 4x400 metros y bronce en 4x100 y en salto de longitud- ya no están en manos de la atleta, que se las entregó al Comité Olímpico de Estados Unidos un día después de admitir que había usado esteroides. El mismo organismo le reclamó entonces el pago de los 100.000 dólares (67.399 euros) que cobró por esas victorias.
Con su carrera acabada a los 32 años, nadie piensa ya en Marion Jones. Mucho menos el COI, cuya preocupación ahora es evitar que Thanou, la griega que huyó con su compañero Kenteris para evitar un control antidopaje el mismo día que empezaban los Juegos de su país, acceda a la gloria olímpica. El problema para el COI, que tratará el tema en la reunión que celebrará entre el 10 y el 12 de diciembre en Lausana, es que Thanou logró su plata en la prueba reina de la velocidad en Sidney de forma legal. Como el resto de medallistas, fue obligada a someterse a un control antidopaje. Y lo superó. Por eso el COI baraja apelar al espíritu olímpico para evitar que la griega sea coronada. En cualquier caso, parece probable que el asunto acabe en el Tribunal Arbitral del Deporte en un episodio más del culebrón. Y puede que sea la jamaicana Tanya Lawrence, que en 2000 se subió al tercer cajón del podio, quien pase a los libros de historia como la más veloz de los Juegos de Sidney.
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