Carod impide que la Generalitat tenga más de una vicepresidencia

El forcejeo ha durado casi un año, pero al final el consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, se ha salido con la suya: al contrario de lo previsto inicialmente por el Ejecutivo, la Generalitat no podrá tener más de una vicepresidencia. Así lo establece el anteproyecto de Ley del Gobierno y del Presidente de la Generalitat que el Consell Executiu aprobará la próxima semana. La estricta limitación del número de vicepresidencias evitará que el cargo de Carod pueda verse diluido, como temía el entorno de Carod.

La insistencia del consejero republicano obligó a cambiar los primeros borradores, que preveían la creación de nuevas vicepresidencias si la estructura del Gobierno así lo exigía en el futuro. Cuando se redactaron estos borradores, ni siquiera el partido de Carod, Esquerra Republicana, puso impedimentos. Socialistas, ecosocialistas y republicanos consideraban positivo que la ley permitiera a la Generalitat tener un primer consejero, un vicepresidente o varios vicepresidentes si así lo exigían el momento político y la estructura del Gobierno. Sin embargo, las presiones del Departamento de la Vicepresidencia, con Carod al frente, han obligado a hacer el cambio.

La pugna ha durado casi un año. Desde su regreso al Gobierno catalán, Josep Lluís Carod Rovira ha utilizado el cargo de vicepresidente sin que éste constara en ninguna ley. El decreto de nombramiento del líder republicano constata que Carod es "consejero de la Vicepresidencia", con lo que tiene el mismo rango que el resto de consejeros. Ello cambiará con la nueva ley, que ya lo identificará, ahora sí, como vicepresidente. Carod tendrá potestad para presidir órganos como el consejo técnico y otras atribuciones que en su día tuvo el primer consejero, el conseller en cap.

La ley sí permitirá que el Departamento de Presidencia y el de la Vicepresidencia puedan nombrar viceconsejeros. Esta nueva figura, presente en otras comunidades, la había solicitado Esquerra Republicana. Eso sí, la demanda alcanzaba a otro departamento: el de Innovación, Universidades y Empresa, que dirige Josep Huguet. Éste había mostrado interés en que cargos como el que ocupa la actual comisionada de Universidades, Blanca Palmada, pudieran convertirse en viceconsejerías para elevar así el rango de la representación. Esto no será posible.

La ley del Gobierno también regulará el cargo del jefe de la oposición, pese a ser ésta una figura de carácter parlamentario. El jefe de la oposición será el presidente del grupo parlamentario de la oposición con mayor número de escaños. Tendrá un sueldo más allá del que le corresponde como diputado. El nombramiento lo hará el presidente del Parlament.

El régimen de incompatibilidades para los miembros del Ejecutivo será más claro que el actual. Los altos cargos que no sean miembros del Gobierno podrán compatibilizar su cargo con el de concejal o alcalde siempre y cuando no tengan dedicación plena o dedicación fija a tiempo parcial.