Robert Taylor, campeón olímpico en Múnich'72

El ex atleta estadounidense Robert Taylor, que fue campeón olímpico de 4 - 100 metros y subcampeón del hectómetro en los Juegos Olímpicos de Múnich'72, ha fallecido a los 59 años, víctima de una enfermedad cardiaca. Su esposa, Cheryl, explicó que Taylor se sintió indispuesto el lunes cuando se encontraba en la Escuela de Missouri City, donde impartía clases, y hubo de ser trasladado a un hospital, donde murió el martes.

Taylor corrió la segunda posta del relevo 4 - 100 que consiguió la medalla de oro en Múnich con récord mundial incluido (38.19) formando cuarteto con Larry Black, Gerald Tinker y Edward Hart. En la prueba individual de 100 metros fue segundo con un tiempo de 10.24 por detrás del soviético (ucranio) Valery Borzov, vencedor con 10.14. Taylor protagonizó una de las anécdotas de aquellos dramáticos Juegos marcados por el atentado terrorista de Septiembre Negro.

Una confusión acerca del horario de los cuartos de final estuvo a punto de dejarle fuera de competición, como les ocurrió a sus compañeros Rey Robinson y Eddie Hart. Lee Evans, campeón individual de 400, fue quien se percató de que sus compañeros de selección Robinson, Hart y Taylor no estaban en el estadio cuando faltaban minutos para la segunda ronda de 100 metros, prevista para las 16.15.

Evans corrió a toda velocidad hasta la vecina Villa Olímpica, a medio kilómetro del estadio, pero no los encontró. Los tres velocistas, pensando que las series empezaban a las 19.00, se dirigían sin prisas al estadio y, mientras esperaban el autobús, contemplaron, sorprendidos, en un monitor de televisión cómo los corredores de la primera serie se situaban en los tacos de salida. Robinson preguntó si se trataba de una repetición de la primera ronda, pero cuando le dijeron que las imágenes eran en directo, descubrió con horror que se trataba, precisamente, de su carrera de cuartos de final. Hart, que debía correr la segunda serie, tampoco pudo llegar a tiempo y sólo Robert Taylor, asignado a la tercera, logró llegar a la cámara de llamada con el tiempo justo para calzarse las zapatillas y tomar la salida.