El astillero del narco Vázquez construía lanchas para la policía fiscal portuguesa
Las diligencias judiciales destapan los múltiples negocios del capo de Cambados
En Portugal ya se le conoce como el astillero de lanchas voadoras, en el que, según los investigadores, también volaban los pedidos. Con una facturación media anual de 4,5 millones de euros, reconocida por los empleados más cualificados de la empresa, Viana Pesca Construcciones y Reparaciones LTD, asentada en un polígono industrial del distrito de Viana de Castelo, se había convertido en uno de los negocios más lucrativos para el presunto narcotraficante Ramiro Vázquez Roma, detenido el pasado 20 de octubre.
Vázquez Roma había conseguido la representación de la marca Sea Rib's, que distribuye materiales de poliéster para construir los cascos semirrígidos de la embarcaciones tipo planeadoras. Ahora se ha sabido, que entre sus clientes se encontraban colombianos de importantes carteles de la cocaína, que utilizan lanchas de hasta 25 metros para alcanzar mayor autonomía. Entre sus radios de acción se encuentra la ruta africana de la cocaína. De hecho una de estos potentes barcos fue precintado en el interior de la nave por inspectores del Servicio de Vigilancia Aduanera.
Otro de sus clientes, según los investigadores, ha sido la propia Administración lusa, que le llegó a encargar al astillero vinculado al presunto capo varias lanchas para el departamento de vigilancia fiscal de la Policía, en cuyos cometidos está la represión del tráfico de drogas.
El astillero se encuentra en un lugar estratégico y cuenta con su propio embarcadero, que facilita la botadura de las lanchas. Con una plantilla superior a los 40 empleados, casi todos ellos coinciden en sus delaraciones en definir a Ramiro Vázquez como "un simple vendedor a comisión" de Sea Rib's.
Sin antecedentes
Pero el astillero portugués podría ser una anécdota entre las propiedades que se investigan como parte del emporio que en pocos años levantó Vázquez Roma, según consta en las diligencias judiciales sobre blanqueo de dinero y que se instruyen como una segunda parte de la Operación Piraña que logró desmantelar la infraestructura que tenía la banda para operar.
La detención de Ramiro Vázquez sorprendió a los propios agentes de Aduanas que lo arrestaron. Sin antecedentes penales, y considerado hasta entonces el traficante con mayor capacidad para el transporte y distribución de cocaína en Galicia, el experto y escurridizo marinero cayó en la madrugada del 20 de octubre.
Un cargamento de cuatro toneladas de cocaína -aunque no se pudo recuperar en su totalidad, porque una parte fue arrojada al mar- fue incautado por la policía. Los pinchazos telefónicos han permitido reconstruir paso a paso los preparativos de la operación y el frustrado desembarco que iba a producirse en Cangas.
Se cree que las dos planeadoras cargadas con fardos de cocaína, que fueron perseguidas por patrulleras del Servicio de Vigilancia Aduanera y un helicóptero, salieron horas antes del astillero portugués de Viana. Un dato que intenta probar el fiscal antidroga de Pontevedra, Marcelo Azcárraga, que ha dirigido con éxito toda la investigación de Aduanas que desencadenó el operativo.
En el registro del astillero se localizaron otras lanchas de 10 metros de eslora, impusadas por dos potentes motores, que alcanzan 150 kilómetros por hora, idénticas a las intervenidas en la operación y valoradas en 90.000 euros cada una.
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