José Aranda, estadístico y narrador

José Aranda Aznar era un estadístico que combinó con pasión su carácter de funcionario con su vocación literaria; la una no disminuyó la otra, y ambas vertientes de su personalidad las cumplió con gran dedicación.

Escribió libros, mezcló sus conocimientos demográficos con su curiosidad política y dejó a su alrededor una legión de amigos. Murió en Madrid, anteayer, a los 65 años. Había nacido en Ciudad Real. Estaba casado y tenía dos hijas.

Su último trabajo fue como vocal asesor del Instituto Nacional de Estadística, con nivel de subdirector general. Entre 1989 y 1997 fue director general de Estadísticas de Población e Información.

José Aranda era licenciado en Económicas y estudió guión en la Escuela Oficial de Cinematografía. En 1990 fue director de los Censos Generales de España, entre otros importantes trabajos de su oficio de estadístico.

Fue profesor en seminarios y cursos, siempre dentro del ámbito de su especialidad y fue intensa su actividad como conferenciante y como articulista; entre otros medios, colaboró habitualmente con EL PAÍS.

Entre los trabajos estadísticos que abordó destaca uno muy interesante, uno demográfico sobre el País Vasco. Francisco Peregil lo reseñó en su día, en 1998, en este periódico. José Aranda había descubierto, entre otras conclusiones, habidas en virtud de los movimientos migratorios que se habían producido en ese territorio, que "un 55% de los dos millones de residentes en la comunidad vasca no tiene ningún apellido vasco".

Como ensayista, abordó un trabajo sobre El Quijote en el que de nuevo juntó su curiosidad estadística con su voluntad narrativa en su trabajo El Quijote frente a la realidad.