Un veterano para la crisis
No corren buenos tiempos para los grandes bancos de Wall Street, que están pagando el precio de los excesos que cometieron durante la efervescencia en el mercado inmobiliario. Y, en este contexto, a Robert Rubin, presidente de Citigroup, le toca lidiar ahora con la patata caliente que le ha dejado en sus manos Charles Prince, que acaba de dimitir como consecuencia de las cuantiosas pérdidas ocasionadas por la congelación del mercado de crédito.
Rubin fue secretario del Tesoro durante el primer y segundo mandato del presidente Bill Clinton. Era, junto con Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, el hombre que capitaneaba la maquinaria de la mayor potencia económica del mundo. Juntos hicieron frente a la crisis financiera en Asia, y dos años antes la devaluación de peso mexicano. Y como el actual responsable de esta cartera, Henry Paulson, este graduado summa cum laude por la escuela económica de Harvard formó parte de la cúpula ejecutiva de Goldman Sachs.
Una década después, a sus 69 años de edad, Rubin vuelve a afrontar otra crisis, que está pasando factura al banco que preside. Pero ésta no es culpa de factores externos. Es más bien fruto del exceso de confianza del que pecó el poderoso grupo financiero a la hora de apostar por el negocio de las hipotecas subprime y las compras de empresas apalancadas, aprovechando la abundante liquidez que fluía por el mercado de capitales.
Rubin lleva ocho años en Citigroup. Su papel de presidente se limitaba a asesorar a los directivos en el proceso de expansión del banco. Y puso su agenda a disposición del banco para los contactos que necesitara. Era un papel indefinido. Pero tras la dimisión del consejero delegado, su puesto cobra ahora más relevancia. Quizás por eso se mostró reticente a aceptar tal carga. Sin embargo, sabe bien que Citigroup es una pieza importante en la economía global. Y junto a sir Win Bischoff, deberá concentrar todo su experiencia para hacer borrón y cuenta nueva en el grupo y diseñar una salida a la crisis.
La tarea es compleja. Citigroup es el mayor banco del mundo. Durante más de un año se vio azotado por una crisis de liderazgo. La crisis hipotecaria en EE UU no hizo más que precipitar lo que era evidente desde hace meses, mientras no paraba de crecer el descontento entre inversores y empleados del banco, que reprochan a Rubin no haber sido más vigilante en la dirección estratégica de la compañía. El presidente dice que mantendrá la estrategia de Prince porque considera que es la adecuada. Por lo menos hasta mediados del año que viene, cuando podrían plantearse los primeros cambios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.