Rebobinar

Alicia G. Montano sacó a relucir en Informe semanal, el 27 de octubre, mientras entrevistaba a Felipe González, un vídeo de 1996 en el que José María Aznar insinuaba que el terrorismo practicado por ETA, y que acababa de asesinar a Tomás y Valiente, había acrecentado su poder por culpa del Gobierno socialista.

Mirando la imagen retrospectiva, González calificó de "monstruosa" la insinuación. Monstruoso olvido ahora el de José María Aznar, tanto tiempo después, cuando dice en Antena 3 que "jamás" nadie había acusado al Gobierno de ser parte de la causa del terror.

El olvido está lleno de memoria, dice Benedetti. En este caso, ese olvido tiene que ver con una estrategia que el ex presidente usa para cubrir de niebla el pasado: puesto que es probable que la gente crea que el Gobierno (socialista) es malo, digámoslo, y empecemos diciéndolo otra vez cuando amanece de nuevo el periodo electoral. Y digamos que tiene los pies en los vagones.

La insistencia aznariana en las montañas y en los desiertos es una metáfora que esconde la mano, porque aquellos 11, 12 y 13 de marzo de 2004 lo que reprodujo la televisión —la Española y Telemadrid— fue una maniobra que ahora la sentencia y el recuerdo han hecho aflorar como si se estuviera produciendo en este mismo momento.

Fue una maniobra: se supo entonces por boca de los mismos que esperaban de ella otro rédito. En el centro de la escenografía estaba ETA. Ahora ETA regresa al drama, después de esa riña que pasó en 59 segundos, en la cadena estatal. Isabel San Sebastián le dijo a José María Calleja que (con respecto a ETA) ahora defiende "lo contrario" de lo que defendía. ¿Qué es defender "lo contrario"? ¿Es lo que dice? ¿Por qué se siente "injuriada", como dice su periódico, la periodista que dice eso de un hombre que ha acreditado tanto que siempre estuvo contra ETA y no "lo contrario"?