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Reportaje:

Un escenario para la danza

La bailarina Teresa Navarrete abre la segunda edición del Festival Catropezas

La nieve, la luz y el hielo son algunos de los elementos con los que la bailarina y coreógrafa Teresa Navarrete ha trazado el espectáculo Lost and safe con el que esta noche se abre la segunda edición del Festival de Danza Contemporánea Catropezas. La obra es un solo de danza en el que la bailarina está acompañada por el músico Miguel Marín, conocido también como Árbol, y estará en cartel en el Teatro Ensalle de Vigo hasta el próximo domingo.

Con el frío como protagonista, danzarina y músico urden una pieza orgánica que la compañía a la que pertenece Teresa Navarrete, Erre que erre, estrenó en Cataluña hace un mes. "Es un contraste muy interesante. Por una parte, hablamos de las sensaciones que provocan los espacios helados y la geografía del frío. Los movimientos, en cambio, están llenos de energía e intensidad y la música que Miguel interpreta en directo es muy emocional", explica.

El calor humano contraerresta las bajas temperaturas que se sugieren "Los espectadores podrán reconocer la evolución, porque el tono es semejante"

Calor humano para contrarrestar las bajas temperaturas que se sugieren en una puesta en escena que busca, sobre todo, la comodidad de los artistas. La disposición del escenario y el vestuario son trabajos firmados por el diseñador gráfico de la compañía desde sus inicios, Kike Segurola. En los ensayos en Barcelona, ciudad en la que residen los tres, Navarrete y Marín desarrollaron la idea original con el diseñador. La fotografía, en gran formato, de una pista de patinaje preside la obra. "La luz crea una atmósfera íntima y a la vez extraña. A veces puede parecer un salón, otras una galería de arte. Lo importante es que nos sentimos cómodos en medio de todo eso", dice la bailarina.

El ropaje sonoro que secunda los pasos de la patinadora es la electrónica instrumental de Marín ejecutada en directo, en la que cabe distinguir las huellas de un piano y de un xilófono. Con la presencia del músico, aunque mediante una grabación, Navarrete participó el año pasado en la primera edición de este festival. En aquel momento presentó unos apuntes con los que ha regresado en edición corregida y aumentada. "Creo que los espectadores de entonces podrán reconocer la evolución del trabajo que ahora se muestra completo porque el tono es semejante". El dúo puso fin ayer en Vigo a un curso intensivo de danza que se incluye en la programación del festival. El relevo docente llegará dentro de dos semanas de la mano de otra coreógrafa, Carmen Werner, de Provisional Danza, con un nuevo seminario de especialización para profesionales.

Catropezas es una iniciativa del Teatro Ensalle que se desarrolla a lo largo del mes de noviembre. Un período intenso en el que tienen cabida propuestas de compañías como Megaló Teatro Móvil o Provisional Danza y solos de artistas, como los gallegos David Loira, Rut Balbis y Andrea Quintana, que actuarán el día 16. Los vascos Vicky Miranda e Igor Calonge, así como el francés Nicolas Rambaud harán lo propio al día siguiente.

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Rambaud y su compañera en Megaló, Coral Troncoso, unen danza y teatro y contagian sus expresividades de los recursos naturales de estos dos mundos. En el espectáculo que representarán a partir del día 9, Cosas para llorar en seco, emplean un lenguaje fruto de la fusión con un objetivo al servicio de la creación. Por su parte, Provisional Danza cerrará el evento con 40 tipos de vodka, una pieza que habla de escapar de la ansiedad mediante la búsqueda del placer. Su autora, Carmen Werner, es muy clara al respecto: "Saltarme todas las reglas me encanta, llegar al límite por el placer, por el placer de llegar al límite. Lo fumo todo, tengo miedo de que sea la última vez".

Una de los platos fuertes del festival es el programa especial Noite de danza intensa, previsto para el día 18. Es la reunión de los seis bailarines que presentaron sus solos de danza y de improvisación. Pedro Fresneda, co-director del Teatro Ensalle, califica el espectáculo de "milagrito escénico" por la dificultad de hacerlos coincidir a todos en Vigo, una ciudad fuera del circuito de la danza contemporánea.

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