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Gallardón se sentará aquí el lunes

El nuevo despacho del alcalde en Cibeles es minimalista y tiene vistas a Alcalá

Daniel Verdú

"Oiga, ya está bien. ¿No ve que está fregado? ¡Aquí estamos trabajando!". Éste es el clima de tensión que se vive en el Palacio de Telecomunicaciones. El lunes llega el alcalde y sus principales colaboradores, y la señora que limpia la entrada del futuro despacho de Alberto Ruiz-Gallardón no quiere que le pisen el suelo todavía mojado. Faltaría más. "Sí, claro que es el despacho del alcalde. Pero no pise el suelo, hombre", dice ya más calmada.

Ni banderas, ni cuadros ni bustos de viejos mentores o compositores del barroco, que podrían ser del gusto de un alcalde melómano confeso. La habitación donde se sentará Gallardón es pentagonal y ayer todavía estaba casi desnuda. Tiene dos enormes ventanales que dan a la calle de Alcalá. Con sólo girarse y estirar el cuello, podrá ver la Casa de América, y hasta la espalda de la Cibeles. Mide casi 80 metros cuadrados, 28 más que su antiguo despacho, en el vetusto edificio de la calle Mayor. Todo muy blanco, como el resto de las nuevas dependencias. Y de un estilo muy minimalista. Adiós al ornamento infinito de la Casa de la Villa.

Ayer, el despacho carecía todavía de todo el mobiliario. Tres operarios se movían de un lado a otro, realizando tareas de difícil catalogación. Un sofá blanco con dos mesas para las visitas están situados frente a donde se sentará el alcalde. Su mesa mide unos tres metros y medio de largo por uno y medio de ancho y reposa sobre unas grandes patas cilíndricas doradas. Tres butacones blancos con ruedas la rodean. Por encima, sobrevolando el escritorio, planea la curva de una bonita lámpara tubular del año 1962 diseñada por el italiano Achille Pier Giacomo Castiglione. Un clásico del diseño moderno.

El despacho tiene una puerta que conduce a una gran sala anexa que, aparentemente, se utilizará como sala de juntas. Aunque este extremo no está confirmado porque el Ayuntamiento no ha querido aportar ningún detalle al respecto.

El grueso del traslado al edificio creado por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi en 1909, se producirá a partir de hoy, aprovechando el puente. Ayer, los camiones de mudanzas aparcaban en línea en la parte trasera del Palacio de Telecomunicaciones, en la calle de Montalbán. Paquetes y retoques apresurados eran la principal actividad que se traían entre manos decenas de operarios. El lunes se instalarán en el ala administrativa el alcalde, el vicealcalde y el área de Comunicación. Precisamente, este nutrido grupo de periodistas que se encarga de las relaciones con la prensa y que hasta ahora vivía un tanto apretado en la Casa de la Villa, ocupará el piso de abajo de las dependencias, repleto de mesas blancas y sillas azules.

El resto del Palacio de Telecomunicaciones sigue en obras. Una parte del edificio alojará un centro cultural, una cafetería y varios auditorios. En el proyecto figura también un bonito mirador situado en lo alto de la torre principal del edificio, de lo que el Ayuntamiento quiere que pase a llamarse a partir de ahora el Palacio de Cibeles y que León Trotski, en una visita a Madrid, bautizó como Nuestra Señora de las Telecomunicaciones.

El nuevo despacho del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en el Palacio de Telecomunicaciones de Cibeles.
El nuevo despacho del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en el Palacio de Telecomunicaciones de Cibeles.daniel verdú

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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