"La tengo que ver otra vez en vídeo"
Schuster reconoce su "sorpresa" por el entendimiento de sus jugadores en Mestalla
"No tengo ni idea", dijo Schuster. "No sé por qué los jugadores han empezado a combinar tan bien. Lo tengo que ver mañana [por hoy] otra vez en vídeo porque me ha sorprendido, la verdad".
Las goleadas, las fiestas, el éxtasis, resbalan por la piel áspera de Bernd Schuster, que se comporta como si todo le diera igual. Ayer, después del triunfo de su equipo (1-5), un éxito que no se veía en mucho tiempo en el Madrid, el técnico se movió por Mestalla con pesadez, sin dar síntomas de júbilo. El hombre parecía estar abrumado por algo. Cuando se presentó en público habló mirando al vacío: "Hay momentos en los que ya no se puede mejorar más. Hemos jugado muy bien, pero tampoco hay que tirar cohetes. Acabamos de hacer un gran partido, pero todavía hay que mejorar".
"Me he sentido otra vez como si estuviera en Boca", declaró satisfecho Gago
"Lo hicimos tan bien que parecía fácil", proclamó Van Nistelrooy
"Se ha triangulado mejor el balón, los jugadores se han entendido sin mirarse a la cara, moviéndose siempre con criterio...". Schuster enumeró las cualidades que detectó en el Madrid. Explicó que llegar a la culminación de Mestalla ha sido posible gracias al paso del tiempo, simplemente. "Siempre dije que para jugar de esta manera necesitábamos tiempo", dijo. "Como jugamos tantos partidos no tenemos la oportunidad de entrenar ciertas cosas fuera de la competición; para nosotros, los entrenamientos son los partidos".
En la caseta del Madrid, y en el palco, técnicos y directivos celebraron lo que pareció la resurrección de Gago. El medio argentino, muy inseguro desde hace meses, había rozado la depresión. En el seno del club comenzaban a preocuparse. Parecía un futbolista vulgar. Sin embargo, ayer, hubo momentos en los que se adueñó de las jugadas. Al salir de la ducha se mostró moderadamente satisfecho: "Hicimos el partido que habíamos planeado. Presionamos muy arriba de entrada y tratamos de jugar rápido para desequilibrarlos a la contra. Afortunadamente nos salió bien desde el primer minuto. Creo que hemos descubierto al verdadero Real Madrid. Hoy corrimos por el compañero".
En sus palabras, Gago confundió su relación con la pelota con su estado de ánimo: "Me he sentido bien físicamente y bien con la pelota. Con Diarra por la derecha y Guti por la izquierda me he sentido otra vez como si estuviera en Boca. El módulo era parecido".
Schuster dijo que colocó a Gago y a Diarra como si fueran Casquero y Celestini. "La estrategia para enfrentar al Valencia es el producto de años", advirtió. "Cuando venía con el Getafe planteaba el partido así. Ahora hemos recuperado a Diarra y he decidido hacer la misma formación
[que hacía en el Getafe] con distintos jugadores. Como no estaba Baraja, Silva se convertía en el hombre más importante del Valencia. Pero Gago y Diarra lo taparon muy bien. Cuando les hicimos el tercer gol en media hora no se pudieron recuperar".
Van Nistelrooy dijo que la clave fue la presión avanzada: "Esto es lo máximo a lo que se puede aspirar. Hemos jugado como debemos. Presionando muy arriba y tocando bien. Lo hicimos tan bien que parecía fácil. Nos veíamos cómodos. Pero no era fácil, sino que estábamos logrando el fruto de un gran trabajo".
Van Nistelrooy estuvo de acuerdo con Schuster en sus declaraciones del martes pasado, cuando comparó la forma en que el Madrid gestiona los partidos con la prepotencia con que el tenista Roger Federer domina el circuito de la ATP. "Tiene razón. Somos como Federer", asintió el holandés. El escándalo que en algunos círculos despertaron estas comparaciones, interpretadas como menosprecio al rival, importan poco al técnico del Madrid. "Yo digo lo que me da la gana", sentenció ayer. "Me da totalmente igual que la gente esté de acuerdo o no conmigo. Yo no me fijo en eso. Yo sólo doy mi opinión libremente".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.