Un equipo en ámbar

En el vestuario del Barça, en la sala de fisioterapia, los miembros del equipo médico manejan un semáforo, una tabla de jugadores marcados con colores, rojo, ámbar, verde. No es un juguete ni un método colorista para dar hora en la camilla a los futbolistas, sino algo más serio que expresa en estos momentos con tres colores una realidad preocupante: la posibilidad de que los jugadores sufran una lesión muscular, sobre todo en la zona más sensible de la pierna, los isquiotibiales -bíceps femoral, semimembranoso y semitendinoso-, los músculos de la parte posterior del muslo responsables del movimiento primordial de un futbolista, la contracción excéntrica.

Los colores los dicta una máquina inventada por el esloveno Valencic hace 15 años, que vale 15.000 euros y que lleva poco más de un año funcionando en el vestuario del club azulgrana, pionero en España. La máquina se llama tensiomiógrafo y, como explicó en el reciente congreso de la Federación Española de Médicos del Deporte Carles Pedret, colaborador en el equipo de Gil Rodas en los entrenamientos de fuerza del Barcelona, sirve para valorar la función muscular. "Es muy buena porque el futbolista está totalmente pasivo durante la evaluación", dice Rodas; "a diferencia de la prueba isocinética, que es de fuerza máxima y siempre provoca reparos". "Consiste", dice Pedret, "en un impulso eléctrico ante el que reacciona el cuádriceps contrayéndose. Entonces medimos la deformidad transversal del movimiento, la simetría o la asimetría, el tiempo de contracción, todo. Y con ello, con su relación con los isquiotibiales, podemos determinar su tonicidad, su falta de tono, su exceso de tono, ambos factores peligrosos".

La máquina, el tensiomiógrafo, lo utilizan ya más clubes españoles, como el Athletic, el Atlético, el Celta y el Zaragoza, y también la Federación Española de Atletismo, en la que, explica su director médico, Juan Manuel Alonso, se usa más que para prever y prevenir lesiones, para los procesos de rehabilitación y para planificar entrenamientos individuales de los atletas, pues permiten identificar el papel de cada músculo. "Nosotros la alquilamos", dice Alonso; "cada revisión nos cuesta 60 euros".

Ocho futbolistas de la primera plantilla del Barça han sufrido diversas lesiones desde junio pasado -el último, Deco; antes, Edmilson, Gudjohnsen, Puyol, Eto'o, Ronaldinho, Zambrotta y Márquez- y otros siete, según el particular semáforo, están en estos momentos señalados con la luz ámbar, sufren la posibilidad cercana de una lesión muscular. "Son, evidentemente, más de los que podíamos pensar a estas alturas de la temporada", indican fuentes médicas del club; "una temporada que, además, está muy concentrada debido a la Eurocopa, por lo que la mayoría de los jugadores disputarán dos partidos a la semana, lo que dificultará la planificación y el trabajo".

Esta semana, el equipo médico se reunirá para estudiar los casos de los siete futbolistas en ámbar, para quienes se diseñará un entrenamiento muscular específico de carácter excéntrico para fortalecer los temibles isquiotibiales y prevenir la lesión. "Porque el semáforo no suele fallar", dicen; "hay que tomárselo en serio"