Las cartas de la Operación Nova

Los 30 yihadistas capturados en la Operación Nova, iniciada en octubre de 2004 por el juez Baltasar Garzón, mantuvieron una intensa relación epistolar desde 2000 hasta 2004, mientras estuvieron desperdigados en diversos centros penitenciarios españoles, como Topas (Salamanca), A Lama (Pontevedra), El Puerto (Cádiz), Villabona (Asturias) o Zuera (Zaragoza). Los radicales, que pretendían volar la Audiencia Nacional, están siendo juzgados estos días.

En las cartas, que se encuentran incorporadas al sumario y a las que ha tenido acceso EL PAÍS, los yihadistas del grupo dirigido por el marroquí Abderrahmane Tahiri, conocido como Mohamed Achraf, están continuamente hablando de practicar la yihad (guerra santa) no sólo en Chechenia, Afganistán, Bosnia o Irak, sino también en España y los países occidentales. Varios de ellos ruegan a Alá para que les permita ser mártires, es decir, realizar atentados.

La treintena de radicales yihadistas están siendo juzgados desde el pasado día 15 en la Audiencia Nacional por pertenecer a una célula terrorista de ideología salafista inspirada en Bin Laden. El fiscal solicita para ellos penas que oscilan entre los 11 y los 46 años de prisión.

Las cartas -inéditas en su inmensa mayoría- son parte de las pruebas que los fiscales esgrimen contra los 30 imputados. Muchas suelen tener una introducción religiosa y hacen referencia a la necesidad de pasar a la acción para combatir al "infiel". Achraf da la medida de las intenciones del grupo cuando escribe: "He creado un nuevo grupo. Están dispuestos a morir por Alá en cualquier momento. Sólo falta que salgan, y nosotros también. Hombres tenemos, armas también".